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VIAJE MISTERIOSO ( 2ª PARTE)


 


Señorita esa no es la salida, le está esperando su coche en la salida principal. Que coche pensó Mercedes, ella no tenía ningún coche pedido, antes de salir el vigilante le pidió que subiera hasta la torre de la iglesia, alguien le quería saludar arriba. Subió las diferentes alturas de la torre, y visito las distintas salas que se encontró en la ascensión, desde arriba se podía divisar todo el barrio de Mala strana, pero no había nadie estaba sola. Sonó su teléfono, otra vez la voz distorsionada. —póngase en la parte izquierda junto a la bandera y miré hacia abajo— Mercedes se acercó a la bandera y miro hacia abajo, y allí estaba el misterioso personaje, saludándola con un leve movimiento de manos y tirándola un beso, pero la cara no pudo verla la tenía tapada con una máscara y desde 65 metros sería difícil reconocer. Bajo rápidamente desde la torre y salió a la calle, no había ni rastro del misterioso personaje, solo el coche que le estaba esperando. Subió al automóvil y el chofer en un correcto castellano le dijo. —buenas tardes, señora Mercedes— —quien le pidió que me esperará—pregunto ella —no lo sé señorita, solo recibo órdenes—contesto el empleado Mercedes permaneció en silencio mirando por la ventana del auto, disfrutando las vistas de esta encantadora ciudad. Cinco minutos después el coche se detuvo y el conductor le dijo a Mercedes. Le esperan junto al reloj astronómico, en una hora le esperaré en este lugar nuevamente. Dicho esto arranco el coche y se marchó. Mercedes caminaba con la vista perdida en todas las personas que pasaban junto a ella, y nadie le era conocido. Llego junto al reloj mirando su belleza justo en el momento que daban las seis, y vio salir a los doce apóstoles en la parte alta del reloj, pero nadie más junto a ella. El teléfono volvió a sonar y nerviosamente se lo acercó a la oreja. —dígame—pronuncio Mercedes —espero que el amor que siento por ti quede atrapado en el embrujo del reloj más bonito del mundo y colgó—otra vez la voz distorsionada pasada la hora se dirigió al lugar que le esperaría el coche nuevamente. El chofer le espero con una sonrisa que dejaba ver sus dientes blancos, —hola señorita continuamos la ruta?— —donde vamos ahora— pregunto ella —al puente de Carlos—contesto amablemente el chofer. Llegado al lugar se repitió lo anterior. —en una hora regresaré le esperaré en este lugar y no olvide visitar todas las estatuas son 30 y cuando pase por la de San Juan nepumoceno, ponga la mano izquierda en la base y pida un deseo, le será concedido—— Mercedes recorrió todo el puente mirando las estatuas y llego a la de San Juan, recordó lo del deseo y lo realizo puso la mano izquierda y pidió un deseo fuertemente, que el misterioso personaje sé dé a conocer ya. El teléfono volvió a sonar, Mercedes ya no sabía si cogerlo o no, al final se decidió y descolgó. —Buenas tardes, encantadora Mercedes—imposible conocer a la voz distorsionada —buenas tardes—contesto ella amablemente —sabe una cosa Mercedes, su deseo se ha hecho realidad, acabo de pasar junto a usted incluso la rocé con mis manos, pero no me vio Mercedes se giró en todas direcciones intentando ver quien era, algo imposible entre tanta gente estaba rabiosa, este personaje le estaba desquiciando por momentos y tomo la decisión que no le contestaría más al teléfono, si quería hablar con ella que se dejase ver. El coche la estaba esperando en el lugar, con la sonrisa del conductor —Continuamos señorita? —-sigamos—respondió Mercedes el resto del viaje fue visitar el castillo de Praga, la catedral de san vito y para acabar el cementerio judío y aunque el teléfono sonó, no lo cogió hasta el cementerio. Te portaste malamente y mereces un castigo por no contestar el teléfono, y que mejor sitio para castigarte que un cementerio, era noche cerrada ya y en el cementerio judío muy poca luz. El miedo en el cuerpo le impedía respirar con tranquilidad, no había nadie solo lápidas y ella, de entre las tumbas salió una sombra que se acercaba a ella silenciosamente. Al fin pudo escuchar la voz sin distorsionar, se quedó sorprendida y desconcertada. Esa voz le era familiar, era una voz muy conocida para ella. Cuando estaban frente a frente Mercedes pregunto— —Que significa esto— —estoy enamorada de ti desde que éramos jovencitas y tú nunca me hiciste caso, jugábamos en la playa y descuidadamente te acariciaba, y tú no me hacías caso, siempre con chicos para arriba y para abajo, no te diste cuenta de que yo no iba con ningún hombre, yo solo te quería a ti y estuve ahorrando toda mi vida para tenerte junto a mí y tú no quieres coger el teléfono ahora ya no hay marcha atrás vas a morir por despreciarme cuando yo te quería para mí— Mercedes miro a su amiga, la que le animo que fuera al viaje, y vio en sus ojos la mirada de la muerte, sintió un pinchazo en el corazón y cayo mortalmente herida junto a las lápidas del cementerio judío de Praga. La amiga de Mercedes contó a la policía todo lo que sabía del viaje, la policía investigo y no pudo encontrar la persona que realizó las reservas del viaje, y pago todos los gastos, solo ella sabía que el viaje fue un viaje de ida solamente, por desamor.

VIAJE MISTERIOSO ( 1ª PARTE)


 


Mercedes es una mujer actual, le gustan las relaciones un tanto sorpresas, por eso estaba en varias redes de buscar pareja o lo que surja. En Tinder vio varios perfiles que le gustaron, pero no se decidió. Hasta que aquel día le llego una carta sorpresa, no ponía remitente solo se podía leer en un papel que tenía en el interior. —desde que vi tu perfil no he parado hasta encontrar tu dirección y quiero una cita, te propongo que vallamos a Praga, la ciudad de las mil cúpulas de oro, si aceptas aquí tienes todo lo que necesitas— Abrió el sobre y pudo ver dos billetes de avión para Praga y una reserva en el hotel Hilton, en una lujosa suite alojamiento de cinco estrellas, que más podía pedir. Sintió miedo y si era un psicópata que quería matarla. ¿Cómo supo todos sus datos? De donde los saco?, tenía que reflexionar mucho, pero tenía poco tiempo solo faltaba una semana para el día del viaje. Durante la semana no pudo descansar bien, no podía conciliar el sueño. Miraba los billetes de avión ida y vuelta y la reserva de hotel y le entraba un poco de pánico. ¿Pánico a qué? Y cada día tenía un ramo de rosas de una floristería diferente, quedaban dos días y no lo tenía decidido todavía. Había tenido multitud de encuentros con hombres y nunca sintió miedo, al contrario siempre deseo y excitación. Y ahora porque tenía esa sensación. Marco un número de teléfono 637543---- quería hablar con su mejor amiga quedaron en una cafetería cercana al trabajo. ¿Qué hago? ¿Pregunto Mercedes —tienes que ir, si quisiera hacerte algo te lo podía hacer en tu casa, ya que conoce todos tus datos y si te quisiera matar porque enviarte rosas cada día?— tienes razón!! ¿El viernes me marcharé a esta aventura!!, si pasa algo cuéntale a la policía todo de acuerdo? Viernes siete de la mañana el vuelo a Praga se estaba preparando, en la terminal del aeropuerto muchos pasajeros ya esperaban para embarcar, Mercedes miraba a todos los pasajeros a ver si alguno le coincidía con sus ideas de la persona que esperaba, una pareja de enamorados en viaje de luna de miel, un par de familias y algunos hombres y mujeres, pero ninguno le llamo la atención. Pasajeros con destino a Praga embarquen por la puerta tres. Nerviosa saco el billete del bolso y se acercó al mostrador para embarcar, en ese momento le vino un flash ¿y si los pasajes eran falsos y todo era una broma? Al fin le toco a ella, y con manos temblorosas le dio el billete a la azafata, la chica cogió el pasaje de avión y lo escaneo, levanto la vista y con una sonrisa le dijo. Que tenga buen viaje y disfrute de la república checa. Pudo respirar profundamente todo era real. El tiempo que tardo en llegar fueron unas dos horas y media y al fin aterrizo en el aeropuerto internacional de Praga. Desde la terminal al hotel no tardo el taxista ni media hora y le cobro unas 600 coronas en euros serian unos 25. El hotel era impresionante todo de cristales y seis restaurantes en el interior los ascensores eran panorámicos todo parecía un sueño. El recepcionista se dirigió a ella en un correcto castellano, buenos días, señora Mercedes le estábamos esperando, la suite la tiene preparada el botones le acompañará. Necesitaba que alguien le pinchara para comprobar que no era un sueño. Entro en la habitación y se quedó con la boca abierta, era casi tan grande como su pisito, dos cuartos de baño una sala anexa a la habitación y una cama supergrande más de dos metros era un sueño. ¿Pero quién pagaba todo esto y por qué? Miro en la mesita y tenía una botella de champán francés y una nota. —bienvenida a Praga la ciudad de las mil iglesias espero que podamos disfrutarla juntos— llamo al botones y le pregunto quien dejo la nota. —No lo se lo hicieron telefónicamente y todo está pagado.— —gracias—contesto Mercedes al botones se acercó a la ventana y podía ver desde ella el famoso río Moldava y se intuía el puente de Carlos. En ese momento sonó el teléfono de la habitación. —si— respondió Mercedes al otro lado una voz distorsionada le contesto —buenos días, espero que en el viaje no tuviera ningún contratiempo, tenía muchas ganas de verla y cuando la vi en recepción el corazón se me disparo, es usted preciosa, tengo ganas de estar juntos en esa cama tan grande que tienes en la habitación, le recomiendo que suba a la azotea, hay un bar panorámico desde donde podrás ver toda Praga— acto seguido colgó subió hasta la azotea y efectivamente las vistas eran impresionantes, pero más que las vistas ella miraba a todos los que estaban para intentar conocer a esa persona tan especial, pero era imposible reconocer a alguien que no sabias como era físicamente. Bajo otra vez a su habitación y se dio una ducha refrescante, mientras se enjabonaba se sintió excitada y con deseos de encontrar al enamorado misterioso. Esta tarde a las cuatro te espero en la iglesia de San Nicolás no faltes. Esto es lo que ponía una nota que le dio el botones. ¿Por qué no se daba a conocer y podían pasar esos días juntos? Llego a la iglesia a la hora en punto y entro, dentro no había nadie solo ella un vigilante y todo el arte de los murales y esculturas, se dirigió al vigilante y le pregunto. —ya cierran que no veo a nadie? —no— contesto el vigilante, una persona pago lo necesario para que usted fuera la única visitante durante esta hora. —quien?— —yo no lo sé solo recibo órdenes— sonó el móvil en ese momento y otra vez la voz distorsionada le hablaba. —eres tan bonita como todas las obras de arte que hay rodeándote— —donde estás—pregunto Mercedes —pronto nos veremos—y se cortó la comunicación ella continuó visitando la iglesia y escucho unos pasos en la parte del altar mayor, se dirigió hacia el lugar para descubrir quien estaba con ella, cuando llego solo pudo ver como una puerta lateral se cerraba, la abrió y solo era la puerta de una salida lateral, pero no vio a nadie. En ese momento una mano se apoyó en el hombro y antes de girarse escucho.......

continuara....................................

HEROE POR AMOR


 Todo cambio para él un fatídico día de julio en el año 2000,él conducía su coche un Ford fiesta gris, regalo de su padre por sus 18 cumpleaños, aunque no lo pudo conducir hasta casi un año después que fue cuando se sacó el carnet.

Ese día un conductor borracho choco frontalmente contra su coche quedando prácticamente inservible y su vida colgando de un hilo. Después de varias operaciones le confirmaron que quedaría paralítico y no podría caminar nunca más, las demás funciones de su cuerpo estarían exactamente igual que cualquier persona. Tres años después del accidente se casó con su novia de toda la vida, ella era hija de un gran comerciante de la zona y no tenía ningún tipo de limitación económica por su puesto de gerente directora de ventas. La boda fue como en un cuento de hadas, todo perfecto a pesar de la silla de ruedas, en dos años tuvieron dos hijos, ambos varones, el grande se llamaba como el Jordi, y el pequeño Saúl. Eran una pareja completamente normal, él se sacó el título de ingeniero informático y desde casa realizaba su trabajo.
Entre los dos ganaban suficiente dinero para llevar una vida holgada y permitirse cualquier capricho que se le antojara, pero eso también lo sabían mucha más gente. Un día mientras trabajaba desde casa en los ordenadores de una multinacional realizando tareas de mantenimiento para que ningún hacker pudiera manipular el sistema de seguridad. La llamada desde el móvil de su mujer le extraño, ya que ella no solía llamar nunca si no era un caso muy importante. —buenos días el señor Jordi Masnou—pregunto una voz no conocida —si soy yo y usted porque me llama desde el teléfono de mi esposa— —eso no importa.
Lo que importa es que la tenemos y si la quiere volver a ver con vida tendrá que pagar 500000 euros antes del fin de semana, sus hijos están en el maletero de su coche en la salida de la autopista —colgando seguidamente nervioso cogió su móvil y busco en los contactos “cari”.es como la tenía en su teléfono, marco y nadie le contesto, parece que la llamada era verídica, si no ella ya hubiera contestado. Pensó en llamar a la policía, pero eso sería peligroso para la integridad de su mujer, bajo al parking de la casa con su silla de ruedas, ya que toda la casa estaba adaptada, monto en su coche un coche igualmente adaptado para conducir solo con sus manos y se dirigió a la salida de la autopista, efectivamente allí estaba el coche de su mujer, con un mando a distancia abrió el maletero y los dos niños salieron llenos de lágrimas y totalmente asustados, los llevo a casa de sus padres y con la escusa de una reunión de negocios se los dejo, no sin antes explicarles a los niños que no debían decir nada y pronto estarían los cuatro juntos otra vez, rápidamente se marchó a su hogar accediendo desde el parking a su despacho. Conecto su ordenador y mediante unos programas que tenía instalados en el móvil de su mujer podía saber donde estaba en ese momento, aparte del GPS integrado en el móvil que podían desconectarlo, igualmente podía saberlo, miro en el ordenador y efectivamente no estaba en la oficina ni ningún sitio normal, estaba a más de 100 kilómetros de la casa en un pequeño pueblo. No se lo pensó y abrió su armario de armas, las tenía porque era tirador olímpico de minusválidos y en todas las competiciones ganaba oro, aparte él tenía un revolver del 38 para protección. Volvió a coger su coche y se desplazó hacia el lugar que le marcaba el rastreo del móvil de su mujer, cuando ya estaba a menos de 20 metros se quedó aparcado viendo la entrada de la vivienda donde estaba retenida ella. Pasadas dos horas de estar allí, sonó otra vez el teléfono, volvían a llamar desde el teléfono de la esposa. —que ha decidido sobre el dinero?—-preguntaron —necesito tiempo para reunirlo, no lo tenemos— respondió Jordi —no diga tonterías todo el mundo sabe que ustedes ganan mucho dinero—— —si, pero hicimos una inversión hace poco, y no disponemos de esa cantidad— —pídaselo a alguien, personas tan pudientes como ustedes no creo que tengan problemas para reunir esa cantidad—— —por favor suelten a mi mujer y yo les prometo que en menos de quince días tendrán el dinero—rogó él. —no hay trato tienes 24 horas—y colgó dos minutos después de colgar un coche salió del garaje de la casa, era una furgoneta de color negro y la parte de atrás cerrada. Él se agachó para no ser visto y al pasar justo a su lado, levanto la cabeza y pudo ver las dos personas que iban en la furgoneta, eran un hombre y una mujer y le horrorizo, pues eran dos de los mejores amigos de ellos, siempre salían de vacaciones juntos y cada 15 días salían de cena o fin de semana. Puso el vehículo en marcha y los siguió a una distancia prudencial, se acercaron a una casa en medio del campo, apago las luces de su coche para no ser visto, al llegar el hombre abrió la parte de atrás de la furgoneta y gritando decía. —no llores, no te salvará llorar vas a morir tú y él, nunca confiasteis en nosotros para los ascensos en la empresa, con lo que ganamos no podemos pagar la hipoteca y nos quitara la casa el banco— ella salía llorando y arrastrada por los pelos, eso le dio la fuerza necesaria definitivamente actuar. Arranco el coche y fue a gran velocidad hacia el hombre que arrastraba a su mujer, no podía fallar o también correría peligro ella. Faltaban menos de diez metros puso las luces largas para deslumbrar al malhechor, se puso las manos frente a los ojos para evitar las luces del coche que se dirigían hacia él, y en ese momento la mujer se tiró hacia los matorrales del camino, el choque fue muy fuerte y el delincuente salió disparado, cayo al suelo y ya no se pudo incorporar, el corazón dejo de latir. Jordi bajo del automóvil con su silla de ruedas, no podía estar muy ágil, pero la pistola le ayudaría, donde estaba la acompañante del secuestrador era su único pensamiento. —ten cuidado va armada— le grito su mujer desde el lado del camino —no te muevas tú —contesto Jordi cuando estaba a pocos metros de la vivienda, no pudo hacer nada, unas manos le empujaban hacia el desfiladero junto a la casa y lo dejaron caer. La suerte fue que se quedó agarrado a una rama que colgaba, aguanto unos minutos y empezó a subir muy lentamente a pulso, cuando ya estaba arriba pudo ver como la mujer apuntaba a su esposa y le gritaba. —vas a morir y ahora con más motivos por matar a mi pareja— mientras decía esto levanto el arma y le apunto. Jordi siguió arrastrándose poco a poco para no hacer ningún tipo de ruido, su pistola en el empujón cayo al suelo y estaba dos metros detrás de la secuestradora. La mujer seguía amenazándola con la pistola y profiriendo insultos, no se percataba de que Jordi estaba a menos de un metro de su arma. Justo en el momento que pudo coger la pistola, la delincuente se giró y empezó a disparar hacia él, por suerte no tenía mucha puntería y él pudo realizar un solo disparo que le entro por el centro de los ojos, cayendo fulminada al instante. Tardaran mucho tiempo en olvidar lo sucedido y les costara volver a confiar en nadie, pero les quedo claro ese día que las limitaciones a veces están en nosotros mismos.

CUESTION DE PESO


 Buenos días:

Me llamo Gerardo y decidí escribir esta carta a Hilario, para que hiciera un relato sobre mi caso.
Me pidió que lo hiciera en una carta y él lo pondría, lo mío no es escribir, pero él me lo arreglara seguro empecemos. Nací en una parte de España, donde la cultura de una dieta rica en todo lo necesario era prácticamente imposible de seguir por la cuestión económica; a duras penas el trabajo de mi padre podía mantener la casa donde vivíamos cinco hermanos, mis padres y mi abuela, mi abuelo ya fallecido. Desde pequeño no era de practicar mucho deporte, bueno realmente no practicaba nada de deporte, lo que supuso que a los tres años pesaba 22 kilos y media 70 centímetros, todo esto lo sé por lo que me contó mi madre y por la cartilla de vacunación. Mis primeros recuerdos ya eran con seis o siete años ya pesaba 32 kilos y media un metro y dos centímetros, siempre por delante de los chicos de mi edad en peso y por debajo en altura. Siempre destacaba por algo que no es bueno para la salud mi peso y mi altura, aunque por mi metabolismo no podía hacer nada para corregirlo La primera vez que me sentí mal tenía unos ocho años y fue un profesor, el profesor de educación física el que me dejo en ridículo delante de todos. —A ver Gerardo vas a correr contra un compañero y te dará veinte metros de ventaja a ver si puedes ganar— me coloco a más de veinte metros delante del compañero, el chico más rápido del colegio corriendo, el resultado os lo podéis imaginar paso junto a mí como una bala, mientras el resto le animaban el profesor se acercó a mí y me dijo en voz alta delante de todos. —Gerardo tú solo ganarías una carrera si fuera en bajada y rodando, seguro que ganabas por mucho— —jajajajajajajajaja—se rieron todos los compañeros, mientras yo con la cabeza agachada me secaba unas lágrimas que me caían por la mejilla. Desde la zona de entreno hasta el colegio todo fueron risas sobre mí, en casa no dije nada bastante tenían con mantenernos, como para que se preocuparan por una tontería del colegio. Durante un tiempo era el bufón de la clase. —Gerardo ¿Cuándo salgamos hacemos una carrera rodando? Vale— cundo decían esto todos reían, todos menos yo. Acabemos el curso y nos fuimos de vacaciones, vacaciones es un decir. Mis vacaciones eran en el pueblo y ayudando en casa, si quería un baño era en el río y solo, porque nadie quería venir conmigo, y si me encontraba alguno de mis compañeros se burlaban de mí gritando. —no te tires de golpe que harás olas y se inundara todo— acompañado todo de las risas correspondientes—jajajajajajaaj— Este verano vino una chica nueva al pueblo, la sobrina de una vecina, pelirroja y pecosa, era muy guapa o por lo menos a mí me lo pareció, venía cada día a casa porque su tía no quería dejarla sola, mientras visitaba a las amigas de la calle donde nació. —Como te llamas—le pregunte todo temeroso —Andrea—contesto tímidamente cuando estaba en mi casa se comportaba de una manera y cuando estábamos en la calle con los demás de otra un día me pidió… —si mañana me traes cinco euros te daré un beso delante de todos— No pare de pensar toda la tarde y parte de la noche en como conseguir cinco euros, recordé donde mi madre guardaba el dinero para las emergencias y cuando todos dormían.... me levante en silencio y cogí los cinco euros. Me costó dormirme el corazón me latía fuertemente parecía un caballo desbocado y llego la hora de encontrarnos con los demás. —Mira Andrea tengo los cinco euros ¿me darás un beso?— pregunté torpemente —si, pero con una condición cuando estén todos y tú con los ojos tapados, ¿aceptas?—-por supuesto conteste cuando ya estaban todos ella toma la palabra. —chicos le prometí a Gerardo que le daría un beso si me traía cinco euros y él ya cumplió, falto yo— cogieron un pañuelo para taparme los ojos, no sin antes ella coger los euros, yo todo nervioso al fin podría darle un beso, mi primer beso. Note como se acercaba a mí, el corazón latía más deprisa si podía ser, se acercaron unos labios a los míos, fueron segundos, pero a mí me pareció estar en el paraíso, hasta que me quitaron el pañuelo y pude ver como frente a mí tenían un pequeño perro, que me chupo los morros, mientras todos se marchaban corriendo y riendo. De esta manera fueron pasando los años, y todos los que se acercaban a mi era para reírse. Llego un momento que prefería estar solo, no quería compañía, un día fui a la ciudad y vi una manifestación de mujeres contra los piropos, en medio de la manifestación vi gritando como una posesa a Andrea, cuando pude estar cerca de ella la salude con una sonrisa y un hola, ella me miro despectivamente y me dijo aparta gordo, yo me aparte y me aleje de la manifestación. Cuando estaba fuera de la vista de Andrea me puse a llorar desconsoladamente. Como una mujer que me humillaba de esa manera podía decir que un piropo era “una invasión de la intimidad de la mujer "y ella podía insultarme de esa manera. Sinceramente más de una vez me paso por la cabeza quitarme la vida, hasta que apareció Soledad. Bonito nombre para una mujer que me saco de mi soledad, consiguió una sonrisa y me dio su amor, cuando hecho la vista atrás solo siento pena por los que me ofendían, porque los enfermos son ellos yo solo fui una víctima silenciosa de la maldad de la sociedad que me rodeaba, actualmente después de una operación de tiroides he adelgazado 60 kilos y soy una persona “normal” siempre que me cruzo con una persona obesa, le miro a los ojos y si le veo la tristeza en su mirada me acerco a hablar darle ánimos e intentar sacarle una sonrisa, también necesitan ser felices.

AVARICIA DE ELITE


 


Pedro durante su juventud y hasta los 40 años fue un deportista de élite, gano muchos premios en su especialidad lo que conlleva que también gano bastante dinero. Con 25 años se casó con una chica que quería ser modelo, una chica rubia, alta y de físico espectacular, a los tres años de casados tuvieron una niña, que al poco de nacer fue diagnosticada con Ataxia en su nivel más alto. La niña nunca caminaría sola ni tan siquiera podría coordinar movimientos le esperaba una silla de ruedas para siempre. Pedro desde el día del nacimiento ya no volvió a ser el deportista de élite que había sido, y su pareja Sonia cada día era más fría con él y distante con la niña. Un día hablo con él. —Yo no me case para ser la cuidadora de una niña vegetal, yo me case para asistir a fiestas y eventos y ser millonaria y tú ya no aportas nada de eso a nuestro matrimonio eres un deportista acabado, ya nadie te llama para entrevistas ni para revistas, y yo no puedo perder la juventud que me queda junto a ti, un perdedor, yo solo juego a caballo ganador por lo tanto lo mejor es que me marche de esta casa y me busque nuevos horizontes— esta fue la última vez que la vio en persona, se quedó él solo, con su hija. A veces la veía en televisión o revistas pregonando a los cuatro vientos que estaba libre para el amor, pero nunca menciono a su hija, mucha gente ni sabía que existía. Desde el día que ella se marchó Pedro cada día cogía a su hija y con una cesta en la bicicleta salía a hacer ruta, también se la cargaba con una mochila a las espaldas y subían por las montañas del pueblo. Todo el mundo lo reconocía por la calle por su nombre, no por ser un deportista valoraban al padre, el atleta ya se olvidó hace mucho tiempo. La madre no la conocían en el pueblo pues cuando llegaron, solo llegaron los dos, no sabía la gente si estaba casado, viudo o separado. Un día pedro cogió la silla de la espalda con su hija, para hacer ejercicio por la montaña llevaba algún bocadillo y la comida preparada para la niña, pasarían el día en la montaña los dos. Cuando llego la hora de comer pararon para descansar, comieron y se tumbaron los dos a la sombra un ratito. Volvieron a emprender camino y seguir subiendo. En una de las subidas Pedro noto que le faltaba el aire y casi no podía continuar, forzó hasta llegar a un recodo del camino bajo unos frondosos árboles y paro. Descargo la silla de la niña y se tumbó junto a ella, la niña miraba con desgana, su pequeña cabeza no podía entender que algo fuera mal. Pedro notó una presión fuerte en el pecho, le costaba respirar, pero tenía que intentar reponerse y bajar al pueblo, estaban muy lejos para que nadie les viera. Media hora después Pedro dejo de respirar su corazón se parió, las pocas fuerzas que le quedaban antes de dejar de vivir las dedico a intentar que la niña estuviera a resguardo del sol y pudiera estar protegida. Pasadas unas horas la niña estaba intranquila, no podía hablar ni gritar, pero las lágrimas y el llanto sí que las tenía, se acercaba la noche y nadie había pasado por el lugar, al día siguiente un buscador de plantas medicinales se encontró el macabro panorama. Un hombre fallecido y una niña inerte total que casi no podía respirar tampoco. Tuvo que dejar los cuerpos tal como estaban y bajar a pedir ayuda, desde este lugar los móviles no tenían cobertura. Cuando al fin encontró a otro lugareño le pidió que avisara a policía, médicos que él subía otra vez al lugar y encendería una hoguera para que los localizaran. Diez minutos después llegaban la policía y los médicos. Por él, no se podía hacer nada ya, y la niña desgraciadamente no le daban esperanza de vida, fue trasladada urgente al hospital más cercano y metida en la uvi. Los pronósticos de los doctores se cumplieron 48 horas después, la niña perdió la vida también alguien pudo avisar a Sonia para que se acercara al pueblo. Ella se acercó de mala gana, pero la cabeza empezó a trabajar. Él tenía alguna propiedad y seguro que también tendría algo de dinero ahorrado. Fantástico los enterraría y luego se haría cargo de la herencia quedo en el pueblo dos meses el tiempo mínimo legal para poder abrirlo. Durante este tiempo ella fue apoyada por todos los habitantes del pueblo, todos la acompañaban en su dolor (todo fingido) Y al fin llego el día de abrir el testamento. El notario empezó a leer los artículos de la constitución etc. etc. sobre la legalidad del suceso. —-Y dejo como heredera universal única a mi hija, el notario nombrara a una persona de confianza que gestione en su nombre todos los bienes— eso no le sorprendió a ella, directamente no esperaba nada, pero al fallecer la niña ella era su madre y la podría heredar. —y cuando fallezca la niña todos los bienes que queden serán liquidados y el total del dinero que en ese momento quede será entregado a una asociación benéfica para ayudar a los niños del mundo— esta última parte del testamento la dejo pálida, no se esperaba que lo tuviera todo tan ligado para que ella no tocara ni un céntimo. Al día siguiente se marchó del pueblo y nunca más volvió ni para poner una simple flor en la tumba de su hija o de su marido. Pasados cinco años del fallecimiento de ambos, una piedra se desprendió de una ladera de la montaña por donde circulaba con su coche Sofía, produciéndole la muerte en una larga agonía hasta que alguien paso por el lugar.

EL SEMAFORO

  En la ciudad de Kiruma, un sitio donde las luces de neón brillaban por las noches como destellos anticipando un nuevo día, justo en el cen...