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CALELLA FIN DE AÑO 2050


 Queridos amigos, hoy quiero contaros una historia muy especial.

Los hechos sucedían en una ciudad de la costa mediterránea, concretamente en un lugar del Maresme. Era el último día del año, la ciudad como siempre estaba llena de vida y alegría, desde la mañana temprano las calles estaban llenas de gente, muchos extranjeros, la mayoría ingleses y alemanes (el turismo era la mayor riqueza del municipio). Todos vestidos con sus mejores galas, las calles estaban todas iluminadas las 24 horas del día, el último día del año era muy importante y no podía faltar nadie. A través del ayuntamiento, se alquiló un hotel para que los sin techo (no eran de esta ciudad, aquí la gente vivía bien) pudieran pasar las navidades. En todas las calles se encontraban grupos de personas cantando nádalas o villancicos, era una de las mejores fiestas que se celebraban. Las tiendas, cafeterías y restaurantes estaban abiertos, todos ofrecían ofertas especiales para los visitantes de fuera, que todo el mundo se pudiera llevar un buen recuerdo. La gente se reunía en los cafés y restaurantes después de comprar los últimos regalos, para tomar un pequeño refrigerio, los dependientes de las tiendas y las cafeterías, estaban felices de poder atender a los visitantes, todo el mundo tenía detalles con ellos, valorando el esfuerzo de estar trabajando dejando la familia en casa. A partir de las ocho de la tarde, la ciudad se llenaba de música y baile, en cualquier esquina o plaza había fiesta, los lugareños, comían temprano para poder estar en calle celebrando con todos los turistas que los visitaban. La unión entre los locales y los visitantes era total. Las calles estaban limpias, nadie recuerda en la ciudad quién fue el último en tirar un papel al suelo, los dueños de los perros, recogían la caca y fregaban el suelo (el ayuntamiento coloco hace tiempo unos pequeños armarios para que se usaran en esos menesteres. Casi todos los visitantes venían en coche particular, la bolsa de parkings gratuito, era tal que incluso los del pueblo vecino, creo que se llama Pineda De Mar, venían a aparcar en el lugar. Los niños corrían por las calles a jugar con los increíbles columpios que tenían en todas las plazas. Al llegar la noche era tal la cantidad de luz que tenían por las calles, que no necesitaban encender las farolas habituales. Faltaba muy poco para las campanadas de media noche, todo el mundo estaba en la plaza de la iglesia, alcalde, concejales, etc. etc., no quería faltar nadie al comienzo del año con su gente, la gente que les votaron en las últimas elecciones. Por cierto estaba tan unido el pueblo que solo se presentaba un partido a las elecciones, todo el mundo estaba contento con la gestión del alcalde. Empiezan las campanadas,1,2,3,4,5,6,7,8,9,10,11,12, al ritmo de las campanas los asistentes se comían la correspondiente uva, (detalle del ayuntamiento, como cada año). La fiesta continuaba por todas las calles y los locales hasta que el cuerpo aguantara, los vecinos estaban felices de irse a la cama escuchando la felicidad en su pueblo, nunca jamás nadie se quejó de ruidos o alborotos en la calle, eran tan educados los que celebraban que siempre miraban de no molestar. Las personas de otras religiones, no se sentían molestos por esta fiesta, al contrario, se unían a ella, en una hermandad nunca vista. De esta manera, querido amigo que estás leyendo, acabo la fiesta del año, nuevo en una localidad costera del Mediterráneo, espero que hallas sentido la alegría y esperanza que llenaban esa ciudad. Antes de marcharme quiero contaros un par de anécdotas vividas esa maravillosa noche. Una pareja de ancianos cuando se dirigían a la celebración se confundieron de camino, terminando en una plaza equivocada, en la plaza se encontraron un grupo de jóvenes que cantaban y bailaban al son de una música creo que se llama Reguetón, los cuales al verlos llegar se pusieron muy contentos ofreciéndoles algo para beber sin alcohol (los jóvenes del pueblo no bebían alcohol), los ancianos pensándose que era la fista oficial se pusieron a bailar y cantar con ellos toda la noche, al marcharse a descansar no podían quitar de su rostro la sonrisa de felicidad. Otro de los sucesos fue cuando durante los fuegos artificiales una niña se despido de sus padres, pararon la música y todo el pueblo buscándola, al final la encontraron y la devolvieron con sus preocupados padres, la fiesta pudo seguir. Pequeñas historias de una ciudad, espero que os haya gustado,
feliz navidad,
feliz san Esteban y por supuesto.
feliz año nuevo

CUENTO NAVIDEÑO


Juan era un niño que vivía en el pequeño pueblo donde nació y nunca salió fuera de él. Tenía una ilusión: ver a los Reyes Magos el día que le traían los regalos. Siempre lo hacía desde la edad de cuatro años. El sistema era sencillo: cuando sus padres se acostaban, él se levantaba y se escondía en un rincón del comedor de la casa. Se tapaba con una manta intentando no ser descubierto por nadie.
El final siempre era el mismo: cuando llegaba la madrugada, le entraba el sueño cayendo en los brazos de Morfeo, sin enterarse de nada. Esta historia no tendría nada de particular.
Muchos infantes lo han intentado, con la misma suerte que Juan.
Lo que no es tan normal es que él continuó con la rutina del día de Reyes muchos años.
Él cumplía años el día uno de enero.
El año que cumplió los dieciocho, también estaba agazapado en un rincón del comedor esperando poder ver a los Reyes de Oriente.
Cada año aguantaba más despierto. Aquel año fue diferente.
Con ojos somnolientos no paraba de mirar hacia la chimenea donde siempre dejaban los regalos.
La inquietud le invadió cuando se sintió observado desde una de las ventanas.
A pesar del miedo que sintió en ese momento, no dudó en salir de su escondite y mirar a través de los cristales quién lo miraba desde el exterior.
No pudo ver a nadie, solo unas huellas de barro en el suelo.
Las marcas del suelo eran frescas, alguien acababa de pasar por ese lugar. Las marcas de los zapatos lo llevaron hasta un camino nunca antes visitado por los vecinos.
Estaba descubriendo un nuevo sendero. La vereda de tierra lo acercó a unas rocas. Pudo distinguir una puerta escondida entre maleza.
A pesar del miedo que sentía, empujó la puerta con decisión.
Estaba seguro, acababa de descubrir el lugar donde se ocultaban los Reyes Magos. En la parte izquierda pudo distinguir un pasadizo secreto. Adentrándose en él, llegó hasta una habitación oculta llena de juguetes donde duendes mágicos trabajaban incansables para fabricar los juguetes para todos los niños. Juan, asombrado por el descubrimiento, decidió que todo el mundo tenía que enterarse.
Cuando se dirigía a la salida, fue rodeado por los duendes. — No puedes explicar a nadie lo que viste - comentó el jefe de los duendes. — Tengo que contarlo, esto es increíble. — No lo hagas. — ¿Por qué? - preguntó Juan. — El secreto de la Navidad tiene que permanecer oculto para poder continuar con la magia de las Navidades. Es el momento donde se unían personas que durante el año ni se hablaban, culminando todo con el día que los Reyes vienen a repartir todos los juguetes que nosotros fabricamos. — De acuerdo, lo haré de esa manera. No revelaré a nadie lo que he visto. Juan salió del lugar para dirigirse a su casa.
La oscuridad de la noche y las bajas temperaturas no le impidieron girarse antes de entrar en la casa nuevamente. El frío que entraba por la ventana, despertando a Juan, seguramente no la cerró bien y se abrió durante la noche Abrió los ojos y pudo ver los regalos que le dejaron, todos los soñados durante el año solo tenían una duda:
¿Quién trajo los regalos? A la mente le vino el recuerdo de lo vivido aquella noche. Pero, ¿fue un sueño o realidad? La duda la tendrá toda su vida.
Él se quedó sin padres tres años atrás, vivía solo, no tenía familiares ni amigos en el pueblo y la puerta estaba cerrada con llave. ¿Quién puso los regalos? Esta situación pasó muchos años. Él seguía durmiendo en el rincón de su comedor a la espera de que entraran los Reyes con sus regalos, pero nunca los vio. Un año antes de cumplir los cincuenta, una noche intentando dormirse, distinguió a uno de los duendes de aquel año.
Abrió la ventana dejándolo entrar. "Juan, este año tú ayudarás a repartir los regalos. “¿Yo?" "Sí, Juan, es tu momento”. ¿Cuándo, dónde, cómo? "No te preocupes, lo sabrás en su momento. El día de los regalos de Reyes, los vecinos del pueblo, extrañados de que Juan no saliera a comprar el pan que cada día le traía el panadero, decidieron acercarse para avisarle. La ventana estaba abierta y pudieron observar cómo Juan estaba en el suelo sin vida, arropado con una manta, cerca de los regalos de Navidad que él mismo se regalaba. Desde ese año, en todas las casas del pueblo, cuando abren los regalos, encuentran una nota escrita a mano: “La verdadera magia de la Navidad está en el amor y la bondad que compartís con los demás”.
¡Feliz Navidad!

NAVIDAD DIFERENTE


 El hombre estaba tirado sobre unos cartones en una tienda cerca de plaza Cataluña en Barcelona, su nombre, Francisco, este hombre tenía muy pocos recuerdos de la navidad, bueno, en realidad si tenía, solo que evitaba recordarlos, evocando alguno de ellos, todos estaban llenos de tristeza y dolor.

Hace aproximadamente 20 años tomo una decisión, una decisión que le seguiría toda su vida, decidió salir de su casa en busca de tabaco, quería buscar una libertad que él creía necesitar, dejar atrás todo y ser libre, las brillantes luces y el sonido de los villancicos, lo único que le aportaban eran sus recuerdos de la soledad. Francisco hace mucho que no sabe lo que es el calor de una chimenea compartida, ni siquiera un, —feliz año nuevo—, pronunciado por un ser querido. Mucho menos las risas de un niño abriendo sus regalos del árbol. En lugar de eso, paseaba por las frías calles de una ciudad como Barcelona en invierno, tratando de olvidar su error y dejando atrás su pasado. Un año todo cambio. Aquella fría noche de diciembre, mientras buscaba un sitio donde refugiarse esa madrugada, tropezó con una bolsa de basura que se encontraba en el suelo, la caída no fue grave, pero la poca energía que tenía su cuerpo, por falta de alimentos, la hizo más considerable para los transeúntes. Entre las personas que le estaban ayudando, destacaba los ojos brillantes de una joven chica, ella se llamaba Marisa. Sus ojos y su sonrisa iluminaban todo a su alrededor, todas las personas que le ayudaron poco a poco se fueron marchando, solo quedo ella. Hablaron durante un par de horas, a Francisco no le dolía nada del golpe, mientras charlaba con ella se sentía feliz. Ella le contó sus sueños, quería ser doctora, le contó también como era su familia, la única pega era que no estaba su padre con ella, se marchó de viaje a Sudamérica en busca de dinero para ayudar en la casa, era un hombre fabuloso, cada mes le mandaba dinero a su madre para que no les faltara de nada, aunque su madre también trabajaba mucho —y tu francisco de donde eres—pregunto la joven —mi vida no tiene importancia, prefiero no hablar de ella— —como se llamaba tu padre —pregunto él —se llama como tú, Francisco— Francisco sintió un pinchazo en el estómago. Por varias cosas que ella le estaba diciendo, era el padre. Era él, el hombre que había dejado atrás a su familia, el que odiaba las navidades desde hace 20 años, la verdad le golpeo fuertemente, Marisa era su hija. El corazón de Francisco se llenó de remordimiento, como podía haber sido tan ciego, como pudo en su día dejar a una familia que le amaba. Decidió que era el momento de enmendar sus errores y pedir sincero perdón. —me gustaría hablar con tu madre Marisa— —si quieres puedes venir a cenar en nochebuena a casa, siempre tenemos un sitio para algún pobre sin techo como tú— —y tu madre que opinara— —cada año llevamos a uno a casa, no te preocupes— Marisa le apunto su domicilio en un papel. —gracias muchacha, estas navidades serán muy importantes para mí— Cuando ella se marchó, Francisco se puso a llorar como un niño. Veinte años después pudo ver a su hija, aquella que, siendo casi un bebe, dejo abandonada. Faltaban dos días para el 24,en estos días, pidió dinero a la gente que pasaba por la calle, en estas fechas la gente tiene el don de la generosidad más a flote. Se compró ropa y se cortó el pelo, aprovechó para visitar también una ducha pública. Era una persona completamente diferente, estaba en la puerta, el miedo le impedía tocar al timbre, se dio la vuelta y se marchaba otra vez sin dirección. Cuando estaba a cien metros del lugar se paró en seco, giro sobre sus pasos y firmemente se dirigió a la puerta, ni se lo pensó, el ring ring del timbre acelero su tensión. —¿como reaccionaria su esposa?— Fue Maria, su esposa, la que abrió la puerta. Las miradas se mantuvieron durante más de un minuto, solo la presencia de Marisa los saco de aquel trance. —mamá, este señor es Francisco— Apenas pudo acabar la frase, cuando sus ojos vieron el cambio. Pero. Porque estaban llorando los dos. Maria lo abrazo fuertemente, en ese momento Marisa empezó a entender la situación, se unió al abrazo, sumando su llanto a la pareja, el abrazo duro mucho, nadie quería separarse después de tanto tiempo. No pudieron comer nada, los nervios no les dejaron, cuando Marisa se marchó a la cocina Francisco le pregunto a Maria —porque te inventaste que yo mandaba dinero cada mes— —yo sabía que un día volverías, no quería que tu hija tuviera una mala idea de su padre— —gracias, espero que me perdones, puedes contarle la verdad a la chica, fui mala persona con vosotras— Acabadas esas palabras, Francisco se levantó dirigiéndose a la puerta. —¿dónde vas?—pregunto Maria —a la calle, ya sé que estáis bien, y no quiero romper vuestra armonía y tranquilidad, despídeme de Marisa— —Francisco, quédate, volveremos a ser una familia--- Esas palabras aceleraron su corazón, las lágrimas volvieron a sus ojos, giro lentamente acercándose a Maria, se fundieron en un abrazo mientras se besaban, cuando esto sucedía Marisa salía de la cocina, viendo lo que sucedía se giró sentándose en una silla de la cocina mientras no podía parar de llorar de felicidad. A partir de aquel año, todo fue diferente, Francisco decoro al árbol.
Canto villancicos, compartiendo risas alrededor de la mesa, encontrando al fin la paz que tanto buscaba. Marisa acabó siendo doctora, la felicidad que ese día sintió solo era comparable a aquellas navidades que ayudo a un vagabundo. En estas fechas de luces, abrazos y felicidad, no olvidemos que hasta el corazón más roto, puede sanar, que el perdón y el amor puede hacer crecer un nuevo horizonte, y un pequeño suceso en nuestro día a día, puede cambiar nuestro futuro. FELIZ NAVIDAD

SANTA CLAUS


 Como cada año, después de noviembre, llega diciembre, con todo lo que eso significa, una de las cosas más esperadas es la llegada de papa Noel, todas las ciudades y pueblos tienen al gordito de pelo blanco entre sus visitantes.

En la ciudad de Alcañiz, en Aragón, un profesor de nombre Rodolfo, era conocido por todo el pueblo por una sencilla razón, era muy huraño, su carácter era muy agrio, no podía aguantar los cantos de villancicos de esos días, una vez empezadas las vacaciones del colegio, siempre compraba gran cantidad de comida para todas las fiestas, de esa manera no tenía necesidad de salir a la calle, se recluía voluntariamente para apartarse de la sociedad. ¡Mientras eso sucedía, el resto de habitantes disfrutaban de las fiestas, un poco confusos por los hechos que sucedieron los últimos años en la ciudad y otros municipios cercanos! En navidad siempre se veían los Santa claus por todos los centros comerciales y muchas calles. Retrocediendo tres años en el tiempo sucedió la primera vez, un grupo de ladrones tenía asustado a todo el mundo, robaban diariamente en todas partes, eran muy escurridizos, nada podía hacer la policía. Un día dejaron en la puerta de la comisaria, dos personas amordazadas y atadas de pies y manos, junto a ellos una nota con fotografías de todos sus robos en el pueblo, y una dirección donde encontrarían al resto de la banda y los objetos robados, firmado por Santa Claus. En las imágenes del video de la puerta de la policía, solo se puedo ver como una persona vestida de papa Noel, los dejaba en la puerta. La policía encontró en el lugar todo lo que había desaparecido en los últimos días. El año acabo feliz, ningún robo más. Otra de las cosas que se recuerdan sucedió en el asilo “San Genaro”, las dificultades económicas del centro eran muy grandes, la mayoría de sus moradores estaban allí sin pagar, no tenían nada para poder pagar su estancia, el 23 de diciembre, a la hora de cerrar la puerta, una persona vestida de Santa Claus llamo fuertemente, el conserje abrió la puerta, y sin mediar palabra le entrego un sobre, despidiéndose con un leve giro de muñeca. La carta que le entregó era muy clara, mañana por la mañana llegara un camión con comida y regalos para todos los que vivían en esa residencia, efectivamente al día siguiente un gran camión aparca en la puerta y empezó a descargar todo lo que cargaba. —¿quién pago todo esto?— —no lo sé, una transferencia con remitente desconocido— —y el pedido alguien lo haría— —solo sé que dejaron un papel con todo lo que teníamos que traer y nada más— Indudablemente, fueron unas de las mejores navidades en esa residencia, nadie pudo descubrir quién fue el benefactor. Un día, mientras unos ladrones intentaban vaciar una de las más grandes tiendas de juguetes, fueron atacados por un Santa Claus muy agresivo, todos quedaron malheridos y fueron llevados a urgencias del hospital más cercano. ¿Quién era el Santa Claus que protegía al pueblo? Era la pregunta que todos se hacían. Una de sus últimas intervenciones, fue justo hace dos años. Se presentó en un domicilio de un humilde barrio, cuando abrieron la puerta los padres, se acercó al niño, le dio un fuerte abrazo al mismo tiempo que le entregaba unos regalos, también entregó una carta a los padres, donde explicaba que su hijo era abusado sexualmente por un profesor de su colegio, dando todos los detalles. Todo el pueblo comentaba que seguro que era el profesor Rodolfo, una `persona tan poco sociable, el culpable del abuso. Dos días después era detenido el director del colegio por tenencia de material pedófilo. Almacenaba gran cantidad de fotos de los niños desnudos. El año pasado fue el último que actuó Papa Noel, una fría noche, mientras perseguía a un delincuente, recibió dos tiros en la cabeza, cuando pudieron ver la identidad del personaje, todos quedaron consternados, la noticia corrió como la pólvora, ya sabían quién era. Tres días después, justo antes de nochebuena. Los alumnos de Rodolfo, organizaron un emotivo homenaje en su honor. Durante el funeral cantaron la canción “Imagine”también “We Are The Word” y uno a uno todos sus alumnos subieron al altar junto al féretro del profesor asesinado por defender al pueblo, contando todo lo que habían aprendido con él. Todos estaban de acuerdo que a pesar de su seriedad (ninguno recordaba una sonrisa en su cara) les inspiro y les enseño a ser mejores personas, fue un momento de tristeza, pero también de gratitud por haber tenido a alguien tan especial en sus vidas. Al fin todos los habitantes pudieron entender el porqué de su amargura cuando llegaban estas fiestas, diez años antes, justo la nochebuena, cuando volvía a su casa junto a su mujer y su hija, una persona embriagada los arrollo produciendo la muerte de su esposa e hija, él estuvo tres meses en la UVI. Nunca más celebro una navidad, salía a la calle para ayudar a las personas y acabar con la delincuencia. D. E.P.— Rodolfo

BLACK FRIDAY


 Como dice la letra de la canción de la trinca “el momento ya llego, hoy es el día”

Sí, hoy es Black-Friday. Quiero contar mi experiencia en este día, donde todo es tan barato. Normalmente, no soy del agrado de ir de compras, es algo que no me gusta de siempre, la mujer me pidió que la acompañara a un centro comercial de Mataró, el cual seguro que ya conocéis. Dentro de este centro comercial se encuentran multitud de tiendas, en las cuales los precios están superrebajados (según ellos). Nuestro destino era una tienda de en la cual venden productos de Amancio ortega, el nombre empieza por z y acaba por a, aquí en este lugar sucedió todo. En este día las mujeres (hablo de mujeres porque es lo que había en esa tienda, no se me enfade nadie) se convierten en cazadoras feroces, listas para atacar cualquier prenda con un supuesto descuento, se despiertan temprano con los ojos brillantes y las tarjetas de crédito afiladas como un punzón dispuesto a clavarse en el hielo. Su modus operandi es, agruparse en manadas, abalanzándose sobre las tiendas, peleando como lobas por la última prenda que queda de su talla, sus exclamaciones de emoción se escuchan a bastante distancia, es un espectáculo digno de ver. Ese día se levantan con una energía sobrehumana, y un radar especial para detectar los descuentos, los probadores se convierten en campos de batalla, donde todas buscan la talla de ese vestido tan deseado, las filas interminables para pasar por caja son como un rito de iniciación para demostrar su aguante, cuando normalmente salen triunfadoras del lugar, con las bolsas cargadas de montones de ropa, su sonrisa es tan resplandeciente que podían iluminar todo el centro comercial, es un día magnífico para ellas. En medio de la búsqueda de esa ganga, se desatan batallas épicas entre ellas, se lanzan miradas venenosas, cuando tienen a la vista el último vestido de su talla, en manos de otra mujer. Utilizan técnicas de guerrilla urbana para arrebatar de las manos esa prenda tan necesaria, mientras suavemente comentan —Perdona cariño, eso es mío— Es digno de admirar el intercambio de palabras amables mientras empujan sutilmente para ser la primera en llegar a su trofeo. Me acerco distraídamente a un rincón de la tienda donde cara a cara se encuentran dos mujeres con el último par de zapatos de su número (casualidades de la vida, las dos gastaban el mismo número) cada una con un zapato en la mano probándoselo, las dos se lo querían quedar, pero ninguna de las dos quería darle el zapato a la otra, la solución salomónica la puso una dependienta. —llamo a otra tienda y si esta, en menos de dos horas, están aquí— Se marcharon las tres a una parte de la tienda y al final no sé cómo acabo el asunto, lo único que pude ver es que las dos tenían su zapato y no estaban dispuestas a soltarlo. Otra parte de la historia es los acompañantes. Estaba un poco agobiado de estar dentro de la tienda y decidí salir unos minutos, antes de salir pude ver como algunos hombres se convertían en fieles acompañantes, ofreciendo consejos y llevando bolsas sin quejarse (se están ganando el cielo), otros están de observadores, buscan un rincón desde donde ver sin ser vistos, están los otros, esos son los que salimos fuera y viendo los sillones de relax vacíos, nos sentamos para recuperar energías, (creo que lo más demandado por los hombres son estos sillones). Un hombre que no se supo despistar, se encontró el problema, ella estaba emocionada con cada nueva prenda que encontraba de su supuesta talla, mientras él (como tantos otros) se siente muy agobiado. Empieza una discusión en voz baja (alguna frase un poco más alta). —Quiero probarme estos tres vestidos— —ya tienes demasiadas cosas, no te parece— —nunca son demasiadas— —claro, vamos a comprar más ropa, para un armario que ya no tiene espacio—replica él —hombre, ya hablo el experto en moda— Preferí alejarme de la tensión, aunque después los vi en una de las cafeterías echando unas risas sobre lo sucedido. Cuando una mujer ve a otra con su mismo vestido, los comentarios pueden variar, algunas pueden sentir envidia y no disimularlo. —normal que le quede mejor, está operada hasta de los juanetes— Mientras estaba sentado en los famosos asientos, pude escuchar que un marido llamaba a su esposa que estaba dentro de la tienda. —cariño te queda mucho o crees que antes saldrá el iPhone 20, que tú de la tienda— Observando pude ver como dos chicos miraban y enredaban en la ropa con tanto ímpetu como ellas, mientras el vigilante comentaba por el walki. —hay dos chicos que están muy interesados en la ropa, no les quitaré ojo, estar atentos por si necesito ayuda--- Eso me dio a entender que pocos hombres entran para comprar ropa para sus parejas. Un grupo de tres chicas buscan entre todas las estanterías, mientras una de ellas con cara de pena no podía disimular su envidia por no poderse comprar esa ropa. —¿el problema?— Estaba embarazada de bastantes meses. En medio de la cola para pagar, una mujer empieza a sentirse mal, tiene todos los síntomas de ser un ataque de ansiedad, después de más de una hora esperando está a punto de llegar a la caja, se da cuenta de que le falta una blusa, que le había encantado. La presión y la frustración se hacen patente en las lágrimas que empiezan a brotar de sus ojos, tiene una duda, si se marcha a buscar la blusa, tendrá que hacer nuevamente la cola, lo comenta en voz alta (aunque estaba sola) las demás en la fila se sienten solidarias y le permiten ir a buscarla y volver a ponerse en su sitio. En ningún momento es una crítica a nadie, al contrario, es una visión diferente de un día de consumismo que nos trajeron los americanos.

EL ASESINO SIEMPRE LLAMA DOS VECES


 Todo sucedió alrededor de 1970,varias personas fueron asesinadas en un par de pueblos de la provincia de Jaén, en Torreblascopedro fueron seis las personas que murieron violentamente y otros tres en jabalquinto.

Nadie podía sospechar quién era el culpable, la policía consiguió un refuerzo de la guardia civil para controlar los pueblos y encontrar al culpable. La primera vez fue en marzo del 1969,el buen tiempo empezara a notarse en la región andaluza, una noche mientras todos dormían, el asesino observaba desde un lugar cercano que su víctima se acostara y se durmiera, cuando paso un breve tiempo desde que las luces de la casa se apagaban, se introdujo en la vivienda (en estos pequeños pueblos la gente es muy confiada y no cierran la puerta con llave nunca) subió sigilosamente las escaleras con cuidado de no producir ni el más pequeño ruido, se deslizó hasta el dormitorio, saco un afilado cuchillo desliándolo con rapidez por el cuello, la víctima paso de un relajante sueño al sueño eterno. La policía pudo revisar toda la casa y no encontró nada, todo en su sitio, las pocas alhajas estaban sobre la cómoda de la habitación, dinero en una pequeña cajita para los gastos diarios, todo en su sitio no faltaba nada, lo único extraño le faltaba el dedo anular, aunque el anillo estaba junto al cuerpo. Varias veces más sucedieron cosas parecidas en los dos pueblos, nunca faltaba nada en las casas donde sucedían las muertes, pero al cuerpo siempre le faltaba el dedo anular. Una cosa tenían en común, las víctimas eran viudos y casi todos de edad avanzada, nadie sospechaba del asesino tenía que ser un conocido. El criminal seleccionaba a sus víctimas cuidadosamente, buscaba a aquellos que parecían solitarios y vulnerables, conocía sus rutinas, diarias sabía sus movimientos y hábitos, tenían miedo. A partir del tercer suceso, la gente empezó a tener temor, cerraban las puertas y ventanas con los pestillos. Igualmente, el criminal conocía todas las casas y acababa con sus moradores mientras dormían. Todos tenían miedo de ser los siguientes, el pavor se convirtió en terror. —¿quién sería el siguiente?--- —Buenos días, doña Juana, aquí tiene las cartas de sus hijos como cada semana— —gracias Fermín, eres el único que trae buenas noticias, ¿se enteró de que ayer mataron a otra persona en jabalquinto?— —no ni ayer ni hoy fui a repartir al pueblo— —estoy pensando en marcharme de aquí tengo miedo de ser yo la siguiente— —tranquila, un día acabarán cogiendo al criminal y todo estará acabado— —dios te oiga Fermín— Fermín es el cartero de los dos pueblos. Siempre era el que primero traía las malas noticias. La sargento Marisa era la encargada de la investigación, descubrió un patrón en todos los casos, una coincidencia que, hacía sospechar de una persona, pondría en marcha un operativo para detener al culpable. Durante varias semanas siguieron al sospechoso, tarde o temprano tendría que volver a actuar, el día 28 de octubre de 1976,el delincuente estaba en un rincón de la calle mirando hacia una ventana de la cual salía una tenue luz, que provenía de la bombilla de la habitación donde dormía Juana. La luz apagada era el aviso de que Juana se fue a dormir, solo faltaba esperar unos minutos y actuar. No podía sospechar que en el interior de la vivienda Marisa y dos ayudantes estaban esperando que entrara en la casa el homicida. Entro sigilosamente como siempre, las escaleras crujían levemente, cuando entro en el cuarto se encendió la bombilla dejando a la vista a la mujer policía y sus dos compañeros, acababan de coger infraganti al asesino en serie. —como pudiste cometer esta atrocidad Fermín— —se lo merecían todos—contesto el cartero asesino —¿pero, porque?— —Ningún año me felicitaban por navidades, nunca ni un detalle, a pesar de que siempre les traía buenas noticias— —¿cómo lo descubrió Marisa?—pregunto el incrédulo detenido —mire tus días de reparto y siempre que ocurría una muerte, tú habías pasado repartiendo el correo ese día, podías incluso coger las llaves que sabías donde las dejaban para una necesidad las víctimas— —muy astuta sargento Marisa— —una pregunta Fermín por qué les cortaba el dedo anular – —el marido de la primera víctima en una discusión de jóvenes, me arranco mi dedo anular, decidí que acabaría con su mujer y le cortaría el dedo también, cuando acabe estaba tan satisfecho de lo que acababa de hacer que decidí continuar con más vecinos, que nunca me felicitaban ni tenían un detalle conmigo— —¿dónde están los dedos de todos?—pregunto Marisa —en el bosque, cada vez que llevo un nuevo dedo, planto un árbol y bajo sus raíces entierro el dedo, después le pongo nombre al árbol, esa parte del bosque la llamo el prado de los cien dedos, quería llegar a esa cantidad— Los pueblos finalmente pudieron respirar con alivio sabiendo que el cartero asesino ya no acechaba a nadie, aunque los recuerdos de la tragedia nunca desaparecieron por completo, la historia del cartero asesino se convirtió en una leyenda, que a día de hoy todavía perdura en la memoria de los más mayores, recordando que incluso en los lugares más tranquilos puede esconderse el terror más inimaginable. P.D.:cualquier similitud con un hecho acaecido en algún punto del planeta es mera coincidencia. Los hechos son pura imaginación del escritor (que tiene mucha)

FARHUMA


 Una visita que hice a un desguace de máquinas tragaperras, me hizo conocer a Farhuma.

Farhuma una máquina tragaperras más entre todo aquel almacén sucio y desordenado de máquinas. Que esperan ser desmanteladas para dar unos años más de vida a otras máquinas.me sorprendió su estética, era muy diferente a todas las demás, no tenía muchas luces de colores, pero todo y no ser muy llamativa, el encargado del local me explico. —esta máquina se llama Farhuma, desconozco por qué le pusieron este nombre, lo que sí te puedo explicar la historia que cuentan de ella--- —esta máquina tiene una historia personal--- pregunté sorprendido —sí, una historia muy interesante— —Sentémonos mientras tomamos un café y me la explica, estoy deseando escucharla— Delante de una humeante taza de café, escuche atentamente la historia. —según me explicaron los ingenieros que la diseñaron, el nombre viene de juntar las palabras faro y humano, querían una máquina que fuera una luz para los humanos, Farhuma tenía un poder especial, cuenta la historia que podía influir en el resultado del juego —-----que quieres decir con eso---pregunte asombrado —la máquina podía alterar los resultados según la persona que jugara, si una persona necesitada se acercaba a introducir en Farhuma sus últimas monedas, la máquina hacía todo lo posible porque ganara— —como hacia eso—pregunte —le devolvía pequeñas cantidades, hasta que ella creía que tendría suficiente para pasar el día, cuando llegaba a ese punto, ella misma se provocaba una avería, para que dejara de jugar— —asombroso—conteste —sin embargo, si la persona que jugaba era una persona con posibilidades económicas, Farhuma se estreñía para no pagar ni una miserable moneda, conseguía que perdiera, una y otra vez, los clientes habituales del local donde se instaba la máquina, empezaron a conocer las reacciones según las necesidades financieras del jugador— —nunca pensé que una máquina pudiera hacer esas cosas—comente sorprendido Las personas sin recursos económicos, se acercaban cuando disponían de una simple moneda, Farhuma no defraudaba, les hacía ganar suficiente para pasar el día— —¿no se equivocaba nunca? --- pregunté incrédulo —alguna vez lo intentaron, pero nunca lo conseguían, los jugadores pobres se llenaban de esperanzas, y los más poderosos económicamente se sentían engañados y estafados, lo cual provocaba su ira, descargando su rabia golpeando a la máquina, situación que el dueño del local tenía que parar, la reputación de Farhuma fue creciendo lo cual sirvió para que el peregrinaje de personas fue cada vez más intenso, todos con la esperanza de cambiar su suerte, aunque solo era una máquina, tenía sus propios pensamientos y sentimientos, ella quería ser útil y brindar felicidad a gente que lo necesitara, cuando veía la sonrisa del necesitado recogiendo sus ganancias Farhuma se sentía feliz— —por eso acabo aquí— pregunté —no, la historia es más larga, llego un momento que la máquina no producía beneficios para los jefes del negocio, entonces era llevada a otro local lejano, cuando ella llegaba a su nuevo destino, donde nadie la conocía, no sabía si era apreciada u odiada, los jugadores ricos siempre intentaban manipularla para obtener beneficios, algo a lo que ella se negaba y seguía con la rutina de ayudar al necesitado- —muy interesante continué por favor— —Como todo en la vida, siempre llega el fin, un día Farhuma fue recogida del último local, cargada en la furgoneta y traída hasta este lugar, yo muchas veces me parece escucharla llorar, cuando todo está en silencio, pero creo que son cosas mías, tengo que atender a la furgoneta que llega, te dejo unos minutos— Cuando el encargado del almacén se marchó me acerque a la máquina para observarla detenidamente. Solo era una máquina como podían creer esa historia, quería ver como era Farhuma con luces, justo tras de ella, había un enchufe, la conecte y espere un par de minutos para que estuviera preparada. Introduje una moneda por la ranura y apreté el botón, las monedas empezaron a caer en el cesto. Se me olvido explicaros que hace seis meses fui despedido de mi lugar de trabajo, suelo venir a ver si me dan algunas piezas de hierro para venderlas y sacar algo para comer. Mientras recogía las monedas entró en el almacén el encargado otra vez. —que haces—me pregunto —jugar a la máquina mi última moneda— —ja, ja, ja, no seas ingenuo, la máquina no funciona, no tiene ningún tipo de motor por dentro— La máquina no tenía nada en su interior, lo pude comprobar, solo una cosa no conocían de Farhuma, no tenía motores ni cables, pero su espíritu de ayuda lo tenía intacto. Gracias Farhuma, hoy podre comer

EL CAFE DE LA DESPEDIDA


 Antiguamente, fue una cafetería de primer nivel, en la actualidad, es un pequeño bar en un rincón de la ciudad. El callejón donde estaba situado

No invitaba a visitarlo, muchas veces los mendigos dormían en la puerta de entrada. Cuando se inauguró era normal ver las bandejas de croissants y bocadillos en sus vitrinas, las pastas de hojaldre eran unas de las más solicitadas, sobre todo las rellenas de nata. Actualmente, en una vieja vitrina solo hay alguna magdalena ya dura de varios días atrás, nunca, más de tres croissants, su aspecto no incita a pedirlos, la cafetería ya era visitada por muy pocos parroquianos, detrás de la barra solo estaba Gonzalo, era el único superviviente de aquella gloriosa cafetería, echaba de menos el constante trasiego de clientes, las prisas en hora punta y lo que más le faltaba eran los saludos de los habituales. —buenos días, Gonzalo, lo de siempre— —Gonzalo prepárame un bocadillo— Ya hace mucho tiempo que no suenan las voces amigas, la mayor parte del tiempo lo pasa en solitario mirando la televisión y fumando un cigarrillo, aunque no se pueda fumar en el interior, el sí fuma, al no haber ningún cliente, no molesta a nadie. Lo único que quedaba de los buenos tiempos, era la cafetera Gaggia GX de dos brazos, era una reliquia, ninguna cafetería moderna tenía este tipo de cafeteras. Muchos años juntos. Gonzalo le hablaba a la cafetera, nunca pensó lo que sucedería. —que te pasa hoy, parece que no quieras hacer un buen café— —si vinieran más clientes te cambiaría por una más moderna— —creo que tendrás que cerrar la cafetería---escucho Gonzalo Este se giró esperando encontrar un cliente, pero….... no había nadie en el local, estaba él solo, y estaba seguro de que escucho esa frase. Pasaron los días y seguía hablando con la cafetera, solo una cosa había cambiado, ahora le respondía. —me estoy volviendo loco, hablando con una cafetera—se preguntaba Gonzalo —te crees un ser superior porque tienes dos piernas—contesto la cafetera ya era habitual la charla entre los dos, ---dios mío, pensó Gonzalo, como puedo hablar con una cafetera.— Discutían sobre la vida, el amor y los buenos tiempos pasados juntos, nunca hablaban cuando entraba un cliente, lo catalogarían como un loco. Un día la discusión entre ellos fue a más, Gonzalo golpeo con fuerza la cafetera, mientras le caían las lágrimas. ---estoy loco, como puedo hablar con una máquina--- A pesar de su reflexión, él sabía que las contestaciones venían de la cafetera. —me tienes cansada Gonzalo, no te acepto ni un golpe más, te voy a matar--- Aterrado, Gonzalo intentó huir del local, pero las puertas estaban cerradas y las ventanas tenían rejas, estaba atrapado con ella, lo que vio le hizo abrir los ojos como platos. La cafetera empezó a deslizarse por el mostrador, acercándose poco a poco a Gonzalo, mientras la veía acercarse el camarero estaba temblando de miedo, el pánico se reflejaba en su cara. Sin nadie en el local que pudiera escuchar sus gritos demandando auxilio, los brazos de la máquina empezaron a cobrar vida, golpeando a su presa. ---nunca más me vas a maltratar, maldito ---gritaba la cafetera incluso un par de ratas que tenían su nido en el almacén de bebidas, huyeron de aquel lugar que emanaba violencia y muerte, La policía culpó a ladrones por intentar robar. El local quedó cerrado. Eran frecuentes los comentarios de que la cafetería estaba maldita, los pocos transeúntes de aquel callejón aseguraban escuchar los gritos y discusiones en el interior, ni siquiera los sin techo querían dormir en su puerta. El caso quedó archivado, nadie investigo nada más, lo extraño fue que en muchas cafeterías pequeñas de varios lugares del mundo, aparecieron los dueños asesinados, siempre sin ningún móvil, todos tenían en común una cosa. Todos tenían una cafetera Gaggia GX.

7 CABEZAS ( UNA PERSONA INOLVIDABLE )


 

Hoy no quiero inventar ninguna historia.hoy quiero escribir una carta a una persona que no esta entre nosotros.

Este escrito esta lleno de amor y nostalgia hacia esa persona,aunque han pasado bastantes años desde que te marchaste,sigo sintiendo tu presencia en mi vida de una manera muy especial.

Recuerdo diafanamente tus manos,unas manos fuertes y asperas,fruto de tantos años trabajando en el campo,eras un hombre valiente y trabajador,siempre me asombraba tu esfuerzo y dedicacion,nunca olvidare las veces quer montados en el pequeño burro que tenias,yo te acompañaba a “ rebuscar”lo que tocaba en ese tiempo (patatas,remolacha,boniatos etc).tu siempre ibas caminando y yo encima del animal junto a los “serones”,me sentia orgulloso de ti abuelo,mas de una vez vino el capataz de la finca,simplemente lo llamareros “panchacontenta”,(una palabra en catalan que lo define perfectamente) y te obligaba a tirar en el camino lo recogido,para una vez nos marchabamos el cogia lo que tu recogistes para llevarselo a su casa,cuando esto sucedia te enfadabas y de tu boca por lo bajo salian unos insultos hacia esa persona que no te dejaba ganarte la vida,( yo hacia como que no escuchaba esas palabras ).

Eras conocido por tu apodo,en el pueblo todo el mundo es conocido por su apodo,el tuyo era 7 cabezas.

Este sobrenombre te venia por tu destreza para solucionar problemas tu sabiduria y tu experiencia ( yo creo que tambien tenia que ver tu cabezoneria,pero esto son cosas mias ).

los recuerdos mas frecuentes que tengo son cuando en la “zahùrda”alimentabamos a los cerdos para que engordaran y llegado el dia sacrificarlos.

Muchas veces sentados en la fresca de la puerta,escuchaba tus historias y enseñanzas,me quedaba hipnotizado cuando contabas historias,de como siento un “zagal”cultivabas la tierra y cuidabas de los animales enfrentandote a los desafios del campo.

Cuando esto sucedia era por que mis padres marchaban a cataluña a trabajar, entre tu y “mama mena” ( nombre cariñoso que le dabamos a la abuela Magdalena).

Tu conocimiento del campo y la naturaleza dejaron una profunda huella en mi,cada momento junto a ti y la abuela ,eran momentos especiales me hacian sentir amado y protegido.

Aunque tu no estes fisicamente con nosotros,se que sigues guiandonos y cuidandonos desde algun lugar,tus valores y enseñanzas perduran en nuestra familia en cada uno de nosotros,me esfuerzo como tu lo hacias en ser una persona trabajadora,honesta y valiente igual que tu lo fuiste.

Abuelo quiero que sepas que te extraño mucho y que siempre llevare tus recuerdos en mi corazon,te doy las gracia por todos los momentos compartidos y por el amor incondicional que siempre nos dabas.

Algun dia en el lugar que estes nos volveremos a ver y te abrazare, como hacia siendo un “zagal” tu lo hacias conmigo.

Siendo un niño nunca te lo dije ( hay cosas que nos cuesta a los jovenes) hoy te lo digo.

Te quiero abuelo y te hecho de menos.

Un pequeño homenage a mi abuelo Jose,con el apodo 7 cabezas


NOTAS DE AUTOR:

REBUSCAR: Recoger el fruto que queda en los campos después de la cosecha.

SERÒN: Cesta grande, alargada y estrecha, generalmente de esparto, que se coloca sobre los animales de carga y sirve para transportar carga.

PANXACONTENTA : Que no le preocupa,esta contenton con lo que le rodea ( sobre todo en su beneficio )

ZAHÚRDA : Establo para criar cerdos.

ZAGAL: muchacho


NUNO , EL CONTRABANDISTA


 Todo el mundo conocía el pueblo, es un encantador pueblo en Pontevedra, su costa está bañada por el océano Atlántico, las playas son impresionantes y los paisajes enamoran a todos sus visitantes, sus calles típicamente empedradas y sus robustas casas de piedra.

Los visitantes aprecian especialmente su gastronomía, sobre todo sus mariscos frescos. Muchos de sus visitantes lo consideran un paraíso, pero este hermoso pueblo también es conocido por la actividad que ejercían muchos de sus habitantes, uno de ellos y sobre el que está basado este relato es Nuno. Nuno es un hombre de mediana edad, bronceado por el sol, el poco sol que salía, siempre le acariciaba su rostro, habitualmente acostumbra a llevar un sombrero de paja, una camisa de un color indeterminado por la cantidad de manchas de tierra que acumulaba, sus manos estaban llenas de callos de trabajar muchísimas horas en el campo y también en la pesca. A pesar de trabajar tanto, no podía mantener a su familia decentemente, la única actividad que le quedaba, como a tantos otros, era el estraperlo de tabaco (algunos fueron más lejos y llevaban otro tipo de sustancias) Nuno era un hombre atrevido y valiente, los más nuevos en el negocio del estraperlo, acostumbraban a pedirle consejos por la gran habilidad que tenía para evadir la policía y encontrar siempre rutas alternativas para salir airoso de cualquier problema. Un día Nuno recibió una propuesta para transportar una gran cantidad de tabaco desde Portugal a un pueblo alejado del suyo, nunca antes había realizado ningún tipo de encargo tan grande, la cantidad que le daban a cambio era mucho, más de lo que podía ganar en seis meses trabajando sin parar. El día indicado Nuno estaba en el lugar para transportar la mercancía, solo una cosa desconocía nuestro hombre, la carga que debía transportar estaba maldita. La noche que llego al pueblo donde tenía que dejar la carga, empezaron a suceder hechos no muy normales. La gente del pueblo empezó a desaparecer misteriosamente, durante las noches se escuchaban extraños ruidos, los residentes en el pueblo, no podían dormir. Los vecinos sospechaban que algo malo estaba sucediendo. ¿El culpable? El culpable señalado por todos era Nuno, todos los vecinos le culpaban de traer la maldición al tranquilo pueblo Nuno explico una y mil veces que no sabía nada de las desapariciones y los ruidos de las noches, nadie le creía, solo una persona confiaba en él, Anxela, esta mujer conoció a Nuno el primer día de su llegada, a pesar de saber que tenía familia, ella se enamoró perdidamente de nuestro hombre. Los dos juntos empezaron a investigar el problema de la carga que llevo a Nuno hasta el pueblo, Anxela era reconocida por los alrededores como una Meiga, con los poderes que ella tenía, más la valentía de Nuno, consiguieron descubrir que el maleficio que tenía el cargamento, era producto de un hechizo de una bruja de su pueblo para arrastrar a Nuno hasta los infiernos. En una reunión en la plaza del pueblo los vecinos pedían explicaciones a pesar de que los dos intentaban darlas, el pueblo no estaba de acuerdo, empezaban a ponerse nerviosos todos, la violencia se palpaba en el ambiente, la única salida correr los dos para adentrarse en el bosque. Todos los vecinos del pueblo los persiguieron, la huida fue frenética, no podían parar, las intenciones de sus perseguidores, no eran precisamente para felicitarles, al pasar junto a un acantilado sucedió la tragedia, Anxela resbalo y cayó al fondo desde lo más alto, Nuno paro unos segundos, pero se vio obligado a continuar su huida, su vida estaba en juego, se adentró en el frondoso bosque para escapar definitivamente de los perseguidores, era inútil ya los tenía encima. Nuno fue rodeado por la multitud del pueblo, estaban todos, desde niños a mujeres, no falto nadie. Todos los vecinos se proclamaron como jueces del destino del hombre que trajo la desgracia al pueblo según ellos. Una de las vecinas, conocida por ser una de las Meigas más viejas del lugar, pronuncio en voz alta un conjuro para a continuación leer su sentencia. ---tú, Nuno, hombre artífice de traer la desgracia a nuestro pueblo, y según los libros de las más antiguas Meigas del lugar, quedas condenado a morir esta noche antes de que salga el sol, con tu muerte quedara el pueblo libre de cualquier maleficio que trajeras contigo, cúmplase la sentencia--- La multitud mató a Nuno a garrotazos, siendo enterrado a continuación en el interior del bosque, desde entonces los vecinos ven el espíritu de Nuno vagando por el bosque, buscando venganza sobre aquellos que le condenaron injustamente.

ESCULTURAS MORTALES


 Como todas las exposiciones de Evaristo Rodríguez, sería un éxito, había expuesto en media Europa y siempre vendía todas sus obras de arte, todas tenían una cosa en común, todas representaban figuras humanas, la tremenda realidad que les imprimía el artista, hacía que se vendieran todas las obras de arte el primer día.

Era normal ver bajo el nombre de la obra el letrero de vendido. Los críticos lo alababan en sus crónicas, todos los famosos querían una obra de Evaristo, se pagaban auténticas fortunas por cada una de ellas, cuando acababa una exposición en un año tenía preparada otra, era un auténtico cerebro de crear esas obras. Todo le funcionaba bien a Evaristo, tenía más trabajo del que deseaba, solo un lunar, la policía le estaba investigando, llevaban tras él, dos años ¿La causa? En las ciudades donde realizaba su trabajo, sufrían misteriosas desapariciones de personas, casi todos gente sin hogar, personas que la calle era su casa. Dos años tras él y estaban a punto de saber si era culpable o no de las desapariciones, aunque sería cosa del azar. Era habitual sus reuniones con la aristocracia de los lugares donde trabajaba, las autoridades contaban siempre con él para asistir a cualquier evento celebrado en la ciudad. En una de sus exposiciones, la persona encargada de la limpieza de la sala, golpeo involuntariamente una de las figuras, lo que ocasiono su caída al suelo y la consiguiente rotura de la obra, lo que vio le dejo en estado de shock. Evaristo, que estaba en otra parte de la sala, corrió a ver lo sucedido, los ojos de horror de ella chocaron con los ojos de rabia de él. Se acercó a la mujer lentamente para darle un golpe en la cabeza con un trozo de la figura rota. El golpe sonó seco, la chica cayó muerta por el impacto del mamporro que sufrió, a duras penas la pudo arrastrar hasta el coche, una vez en el maletero corrió al interior de la exposición para recoger los desperfectos antes de que viniera el turno de vigilancia que estaba por la noche. Todo lo metió dentro del maletero, limpiando bien cualquier indicio de lo sucedido. Justo en ese instante entro el vigilante. —buenas noches, señor Evaristo— —buenas noches, Juan—este era el nombre del vigilante —donde está la figura de abuelo sin dientes —este era el nombre de la figura rota —la compro un cliente de Dubai, pero quería llevársela ya, no me pude negar, pago al momento y en poco rato ya tenía el camión en la puerta para llevársela— —algún día, si acierto la lotería, compraré una de sus obras de arte— Evaristo salió del edificio para volver a entrar por otra zona hacia el parking, no quería levantar ningún tipo de sospecha, nunca se llevaba el coche por la noche, pero aquel día era necesario. Introdujo el coche en el parking privado de su casa, llevando el cadáver de la mujer y los destrozos de su obra de arte, tenía mucho trabajo que realizar esa noche. La policía en su ronda nocturna se acercó a la sala de exposiciones para saludar al vigilante, algo habitual, ya que habían sido compañeros de patrulla unos años antes. —¿hola Juan, como va el servicio?—pregunto el policía —bien tranquilo como siempre— —en ese lugar no había hace dos días una de las obras— —sí, el señor Evaristo me comento que un jeque de Dubai la compro hoy y tenía mucha prisa por llevársela – —¿cuándo la recogieron?—pregunto el policía —esta misma tarde, pagaron al momento y en media hora se la llevaron— —es muy extraño, antes de empezar el servicio, pase por la comisaria para leer el parte de incidencias y ninguna reseña de que pasaran a recoger ninguna figura— —pasaré otra vez por comisaria a cerciorarme de esa situación— Efectivamente en la comisaria informaron que en toda la tarde no paso nada anómalo y menos recoger una obra de arte. El capitán de la policía quería hacer una visita al escultor para preguntar sobre la venta. El taller del artista estaba plenamente iluminado, el policía llamo al timbre. El artista gritó. —un momento que no puedo abrir ahora mismo— Pasaron varios minutos hasta que se abrió la puerta, todo parecía normal en el taller. —me comentaron que vendió una obra hoy— —sí, ya sabe usted, los caprichos de los jeques lo quieren todo al momento— —está mintiendo, nadie compro ninguna obra hoy— —que está insinuando— ---usted tardó en abrir la puerta, yo espié por la ventana un pequeño resquicio que quedaba sin tapar, usted tiene un cuerpo en aquella habitación--- Evaristo se vio descubierto, tenía que escapar. Intento salir corriendo, su carrera fue detenida por los brazos del policía, en el forcejeo de la lucha entre ambos, un golpe a una de las figuras la hizo caer, automáticamente el jefe de policía lo vio claro todo. Queda usted detenido por hacer desaparecer a personas creándoles la muerte. En el registro policial, no sé sabía con certeza cuantas figuras tenía el escultor, tenía figuras en diferentes etapas de su creación, la obsesión de Evaristo le llevaba a trabajar en múltiples proyectos a la vez. El escultor siniestro utilizaba métodos y técnicas para preservar los cuerpos de sus víctimas, evitando de esta manera el mal olor, técnicas de embalsamiento en las que utilizaba productos químicos para evitar los olores y la descomposición de los cuerpos, a partir de los cuerpos de los asesinados empezaba a gestar su obra, todas las esculturas tenían un cadáver en su interior.

MISTERIO EN OKTOBERFEST


 El inspector Klaus Müller, se desplazaba desde Hamburgo a Múnich, tenía que resolver un caso muy especial en esta ciudad, mientras conducía su automóvil paso justo delante de la catedral Frauenkirche, su traducción es algo parecido a: catedral de nuestra querida señora.

La majestuosidad de la catedral le hizo bajar la velocidad para recrearse con su visión, no tardo mucho en pasar también por el palacio Nymphenburg, pero su destino era otro: su destino era la famosa fiesta Octoberfest. Casi todo el mundo lo conoce, es el festival anual de la cerveza, un evento muy importante que atrae a miles de personas a esta ciudad. Ya se estaba acercando a la carpa que albergaba la fiesta, a pesar de ser alemán le continuaba sorprendiendo la grandeza de esta carpa, decorada con banderas y luces sobre muchos motivos tradicionales Bávaros, una vez dentro de la carpa le invadió un agradable olor a Pretzels recién horneados que junto con los olores de diferentes salchichas le abrieron el apetito. Se paró en uno de los puestos a degustar un Bratwurst con diferentes salsas y por supuesto una jarra de cerveza bien fría. Mientras se comía la salchicha, pudo ver la alegría de un grupo que participaba en un concurso de levantamiento de jarras de cerveza, las carcajadas se podían escuchar a la distancia cuando varios perdieron el equilibrio y cayeron al suelo. Una vez finalizado su tentempié se dirigió para hablar con el jefe de policía local Hans fritman, que le puso al corriente de lo sucedido- Durante la primera semana de Oktoberfest varias personas de las participantes en la fiesta, habían desaparecido sin dejar rastro, todos ellos músicos. Los sospechosos son: Fritz, una extraña persona que miraba fijamente siempre a los músicos cuando actuaban. Lena, una cantante que odiaba este tipo de música y cada año acudía al festival. Dieter, un exmanager de bandas que fue despedido de la última, Con estos detalles se puso manos a la obra el inspector Klaus. Después de observar a los tres sospechosos, estaba prácticamente seguro que sabía quién era el culpable de las desapariciones. Fritz tenía una enfermedad degenerativa y apenas podía caminar varios kilómetros sin descansar, no parecía muy probable que fuera él. Lena, era una mujer alcohólica que difícilmente podría retener a otra persona contra su voluntad. Solo quedaba Dieter, era el único que por corpulencia y fuerza podía retener a alguien. O era él o había otras personas en las cuales no repararon, Klaus estuvo dos días siguiendo al sospechoso y estaba seguro por su comportamiento que había dado con el culpable. En una de las veces que junto a él pudo escuchar como murmuraba a uno o de los músicos. —el siguiente serás tú— esto no fue escuchado por el músico Siguió sus investigaciones cerciorándose de que, efectivamente, las pruebas que encontró lo vinculaban directamente con las bandas y una enemistad total con la mayoría de músicos. En la última actuación de la noche, cuando los músicos se marchaban ya para casa, en la oscuridad de las calles cercanas, Dieter se abalanzó sobre uno de los músicos que en solitario volvía a su casa. Klaus también estaba atento, salió de su escondite para detener al secuestrador de músicos. No se lo pondría fácil, Dieter, monto en su coche y salió a toda velocidad del lugar, por suerte también Klaus disponía de un potente coche policial cedido por el jefe local. Las calles de Múnich parecían una carrera de fórmula uno, dos coches a velocidades de vértigo. Dieter miro por el retrovisor, parecía que ya no le seguían, aminoro la velocidad para que nadie sospechara de que estaba huyendo. Pero no, Klaus lo dejo coger ventaja para que lo llevara donde estaban los músicos secuestrados, desde el cielo un dron manejado por un especialista del cuerpo, estaba siguiendo al fugado. Efectivamente, se dirigió a un antiguo sótano de una vieja fábrica de cerveza, cerrada desde hace muchos años. El sótano prácticamente nadie sabía que existía, parece ser que fue utilizado como búnker durante la guerra. Una gran cantidad de policías rodearon el sitio, Klaus tomo el mando de la operación, quería ser él, el que lo detuviera, no fue fácil el enfrentamiento entre ambos.
Dieter intento escapar, lo cual evito el inspector Klaus consiguiendo arrestarlo y poniendo fin a las desapariciones en la Oktoberfest. La policía pudo dejar en libertad a las personas retenidas a la fuerza en aquel sucio sotano, pudieron comprobar como eran alimentados con una mínima cantidad de agua y alimentos que el secuestrador les proporcionaba durante su cautiverio en el sótano. Desde ese año todos los músicos tienen prohibido marcharse en solitario del recinto de la Oktoberfest.

TOUR DE PELIGROS


 El grupo, al que pertenecía Manuel, necesitaban a una persona para infiltrarlo en un grupo ciclista profesional.

Obviamente, tenía que ser una persona que conociera el ciclismo, pudiéndolo introducir como un nuevo fichaje en el equipo. Manuel tenía todos, los números, era un enamorado del ciclismo, participo en diferentes carreras y gano alguna, a veces pensó en dejar la policía para dedicarse al ciclismo, algo que desecho pronto amaba su trabajo en la policía. La llamada de su superior le dejo un poco intranquilo, que le tenían que decir, entro en el despacho de su jefe un poco nervioso. —Necesitamos una persona para introducirla en un equipo ciclista profesional y que no levante sospechas, pensamos en usted, por su preparación y conocimientos del ciclismo— —me siento feliz de que piensen en mí para esta investigación, estoy preparado para lo que se necesite— Una vez el jefe le explico todos los detalles, Manuel tenía tres semanas para ponerse en forma. Algo que no necesitaba, cada día que no trabajaba recorría en su bicicleta 100 kilómetros. Los entrenamientos fueron duros, se estaban preparando para el tour de Francia, mientras entrenaban Manuel noto ciertos comportamientos sospechosos dentro del equipo, su instinto de policía le alertaba de algo más que simples entrenamientos intensos. Su sospecha se hizo realidad el día que estando solo junto a uno de los camiones del equipo, abrió uno de los baúles, en principio parecía todo ropa de los ciclistas, mirando un poco más profundo descubrió paquetes de polvos blancos, era cocaína, también vio paquetes de marihuana. En la oscuridad de la noche, mientras Manuel descubrió la droga, unos ojos le estaban observando. Conforme fue profundizando en su investigación, Manuel se dio cuenta de que varios miembros del equipo estaba involucrado en tráfico de drogas. Tenía ya muchas pruebas, pero le faltaban las últimas, en uno de los entrenos, al llegar a la cima de una gran montaña, le pidieron que bajara lo más rápido posible, apenas dos minutos de la fuerte pendiente y Manuel se percató de que los frenos no le funcionaban, intento con los pies frenar, imposible su velocidad era demasiada para frenar antes de la siguiente curva Finalmente, decidió poner la suela del zapato entre la rueda y la horquilla delantera, con suerte consiguió detener la bici justo delante de un acantilado de la montaña. Los mecánicos no entendían nada, revisaron todas las bicis minuciosamente como cada día, todas estaban a punto, no tenía explicación el fallo de frenos. Al día siguiente el entrenador les dio día de descanso a todos, Manuel decidió hacer un entreno en solitario, cuando atravesó una zona de bosque, escucho disparos, alguien le disparaba desde alguno de los árboles, su instinto, ese día después de incidente del anterior, le hizo ponerse chaleco antibalas bajo la ropa de ciclista, eso le salvo, una de las balas le dio en la espalda. Los comentarios sobre lo sucedido fue todo lo que se escuchaba en el interior del equipo, se cruzó con uno de los ciclistas más veteranos del grupo, Marcos. Este ciclista al principio no sentía simpatías por Manuel, su edad le hacía sospechoso para dejar el equipo dejando su puesto al nuevo. Marcos le explico que sabía que él no era ciclista, que estaba allí por otra cosa. —te voy a ayudar, yo tengo pruebas de lo que tú buscas, la droga la pasan en bicicletas especialmente modificadas con compartimentos ocultos para esconder las drogas, tengo estas fotos—dándole a Manuel las fotos de su descubrimiento —perfecto con estas fotos y mis informes se podrá desmontar la organización— Manuel cogió las fotos y se marchó a descansar al hotel. Al día siguiente le despertó las sirenas de ambulancias y policías cerca del hotel, se vistió rápidamente y bajo a ver lo sucedido. Lo que vio le dejo helado. Un camión sin el freno de mano puesto se abalanzó sobre una persona, esa persona era Marcos, el camión le paso por encima en la pequeña pendiente que había justo delante. No quiso salir todavía de la investigación, quería descubrir quién mato a Marcos, porque estaba seguro de que fue asesinado por entregarle las fotos. Mientras investigo todo lo relacionado con la trama de tráfico de drogas, Manuel se enamoró de Sofía, una de las secretarias del equipo, tuvieron relaciones sexuales muchas veces en las concentraciones y quedaban fuera del ambiente del equipo. Una de estas veces, la curiosidad le hizo mirar los mensajes del móvil de ella mientras se duchaba, quiso morirse al descubrir los mensajes con uno de los jefes del equipo, estaban preparando matarle antes de que saliera a la luz la investigación, tenía que actuar rápido. —Sofía, bajo a comprar algo para reponer fuerzas— —no tardes cariño—replico Sofía Una vez fuera del bloque de apartamentos donde se encontraban, aviso a su jefe de todo activando la intervención policial. Un grupo de policías entraron en las instalaciones del equipo ciclista, deteniendo a todos los implicados, mientras Manuel tenía una cuenta pendiente con Sofía. —ya estás aquí cariño que traes para recuperar fuerzas— —no traigo nada, me has traicionado, yo estoy enamorado de ti y tú planeas matarme— —¿ya lo sabes todo verdad?— —sí, te voy a detener yo personalmente— —tengo un plan para nosotros, solo yo sé donde hay 2000 kilos de droga en un lugar escondido—Sofía quería salvarse —no te creo, dime donde – Sofía le detallo donde estaba la droga, Manuel se acercó a ella para besarla, un ligero empujón y la caída fue mortal de necesidad, Sofía murió al instante ---al intentar detenerla la mujer salto por la ventana, no pudiendo yo impedirlo— Esto es lo que puso Manuel en el atestado. Un año después se retiró del cuerpo marchándose a vivir a Brasil. Nadie sospecho nada.

SUCEDIO EN NEW YORK


 Me llamo Marc Soler y Puig, soy abogado y quiero contarles la historia de Samuel.

Samuel es un chico nacido en un pequeño pueblo costero, bueno donde nació es lo que menos importa, lo importante es su historia. La historia ocurre en New York, la ciudad de los rascacielos, concretamente en el barrio de Manhattan, me dirijo a este lugar para hacer una entrega muy especial, algo que cambiara la vida de una persona para siempre. Esta persona es Samuel, este hombre lo podías ver frecuentemente en las calles de Manhattan. Es uno de tantos vagabundos que encuentras en la gran manzana, en un rincón de esta ciudad lo puedes encontrar, siempre vestido con harapos y durmiendo en las frías aceras, nadie se puede imaginar que detrás de esos harapos se esconde un gran secreto. Un día, mientras Samuel dormía entre los fríos cartones que recogió la noche anterior, un extraño, con un sombrero al estilo de Humphrey Bogart, se le acercó, dejando un sobre junto a él. Samuel vio como se alejaba sin decir una sola palabra, se incorporó mientras se frotaba los ojos por las pocas horas dormidas, el hombre era una persona elegante, se notaba en su forma de caminar, cuando giraba la esquina más cercana se dio la vuelta y con dos dedos hizo el gesto de despedirse para a continuación desaparecer de la vista, Samuel, nunca más lo volvió a ver. Tembloroso por el frío que hacía abrió torpemente la carta, el corazón le acelero, alguien le había dejado una inmensa fortuna como herencia, pero esa cantidad de dinero venía con sorpresa. Para aclararlo todo solo le dieron el teléfono de mi bufete, solo yo podría ayudarle a cobrar esa herencia. Se puso en contacto conmigo telefónicamente, las últimas voluntades de dos personas estaban en mi poder, yo tenía que hacer la entrega a la cual me dirijo ahora, pero no todo era tan fácil. Samuel no recuerda nada de su pasado, fui yo el encargado de conocer su pasado de primera mano. Contrate un detective para que formara el puzzle que tenía delante de mí, comenzó a investigar y descubrió que Samuel fue víctima de una trama cruel. Había pertenecido a una familia muy pudiente económicamente, un día mientras sus padres circulaban en coche con los tres hijos, ya adolescentes tuvieron un grave accidente, del cual resultaron muertos el matrimonio, Samuel gravemente herido, los dos hermanos supervivientes al accidente sacaron el cuerpo de Samuel para dejarlo junto a un río que pasaba cerca de la carretera, cuando llegaron las ayudas no había ni rastro de Samuel. La policía preguntó por el hermano pequeño. —cuantos viajaban en el coche— —nosotros dos y nuestros padres— —tienen otro hermano verdad--- —sí, pero hace tiempo que no vivía con nosotros— La policía no encontró nada que hiciera sospechar que Samuel viajaba con ellos. —¿por qué querían hacer desaparecer a su hermano?— Solo una explicación, los padres tenían puesto a Samuel como único heredero de su inmensa fortuna, los otros dos sabían todo y su avaricia les impulso a hacer desaparecer a Samuel. Como acabo Samuel en estados unidos era una historia demasiado larga para explicar. Decidido a reclamar su herencia se puso en contacto conmigo, lo más difícil fue demostrar que este hombre al cual yo tenía que encontrar era Samuel, el heredero único, sus dos hermanos desaparecieron, cuando se enteraron de que un detective estaba investigando, a día de hoy todavía están en paradero desconocido. Fueron muchos meses de investigación, para tener todo claro, incluso el detective tuvo un intento de asesinato para que dejara de investigar. ¿Quién descubrió que Samuel era, quién era? Una periodista llamada Ana fue la que quedo fascinada por la educación de aquel vagabundo, decidió hablar con el para que le contara algo de su historia, a pesar de no recordar nada, varias heridas en la cabeza dejaban recuerdo de algo que paso. Ana, con una gran pasión por las historias ocultas, se cruzó con Samuel, le compro ropa nueva y cada día se reunían para charlar en el Empire State Building, un rascacielos de 102 pisos y casi 500 metros de altura, solían ponerse a hablar en el piso 82 y también en el 102 donde hay dos observatorios que ofrecen unas impresionantes vistas panorámicas de la ciudad. El lugar hizo que Samuel contara todo lo vivido en esta ciudad tan icónica y cosmopolita, donde dicen que todos tienen su oportunidad de salir a flote en la vida y los negocios, le contó a la periodista sus vivencias en Central Park, un bosque en plena ciudad, donde los habitantes de esta ciudad disfrutan de practicar deporte en medio del bullicio de la ciudad. Hoy le haré entrega de todos los documentos a Samuel, años después de perder a sus padres y la traición de sus hermanos, al fin se puede hacer justicia. Lo recojo en el punto acordado cerca del distrito financiero de Wall Street, mientras nos dirigimos a un bufete de abogados con el cual yo tengo contacto, atravesamos el puente de Brooklyn, no puedo evitar una sonrisa al recordar escenas de la película Fiebre del sábado noche. Entramos en el despacho de abogados, se le explica todo lo que sabemos a Samuel, el cual solo pregunta. —donde están mis hermanos, tengo que ayudarles— —nada sabemos de ellos, desaparecieron sin dejar rastro—le contesté —me gustaría compartir este dinero con ellos— Lo cual me lleva a hacer una reflexión. Las buenas personas siempre perdonan el mal que les hacen, por eso se merecen tener suerte en la vida Cuando me acompañaba en el taxi me quiso enseñar donde dormía, un callejón sin apenas luz y rodeado de basura. Hoy estoy feliz, como abogado pude cambiar la vida de una persona para siempre, Samuel se despide de mí al llegar al aeropuerto, espero que la vida al fin sea justa con él.

EL SEMAFORO

  En la ciudad de Kiruma, un sitio donde las luces de neón brillaban por las noches como destellos anticipando un nuevo día, justo en el cen...