Mi nombre es Alonso,restaurador de antiguedades desde hace mas de cincuenta años,he trabajado con toda tipo de piezas,desde retablos barrocos que se desacian al tacto,hasta figuritas de porcelana cuya delicadeza parecia obligar a contener el aliento a quien las moldeo siglos atrás.
Mi labor siempre fue la misma devolverles algo de vida sin alterar la esencia que el tiempo habia inscrito en ellas.
Pero hubo un encargo,uno solo que cambio para siempre mi concepcion de la historia de la codicia y del destino humano.
Un encargo que me llevo a desenterrar un secreto sepultado por siglos,escondido en el interior de una estatua rota y que aun hoy me persigue en laas noches de insomnio.
Fue una mañana lluviosa de noviembre,un coleccionista privado,cuyo nombre prefiero callar,me hizo llegar una figura de madera policromada del siglo XVII según sus palabras.
Estaba en pesimo estado,grietas profundas restos de polillas el rostro desvaido como un espectro.representaba a un santo guerrero,quiza San Jorge o un martir militar con espada rota y armadura apenas distingible bajo capas de polvo enmohecido.
La caja en la que llego olia a humedad rancia el coleccionista no me dio instrucciones precisas,salvo que la abriera con cuidado,porque podria haber algo en su interior.al principio pense que se referia a reliquias,pues no era raro que en la imagineria sacra se escondiera restos de huesos o fragmentos de telas sagradas.
Acepte el encargo no por el pago que era generoso,sino por la intuicion de que algo me esperaba en aquella estatua consumida por el tiempo.
Los dias siguientes me dedique a limpiar con bisturi y pinceles las capas externas,descubri que la policromia original era mucho mas rica de lo que aparentaba:pigmentos rojos y azules,oro aplicado en los bordes de la tunica.
Mientras trabajaba notaba un sonido hueco cada vez que golpeaba con delicadeza el torso de la figura,eso causo una gran intriga en mi.
Una tarde mientras eliminaba una capa de yeso desprendido,el bisturi resbalo y la madera crujio,dejando al descubierto un hueco en el pecho.dentro protegido por fragmentos de lino ennegrecido descansaba un pequeño corazon de oro macizo.
Me quede pàralizado,el objeto no era un simple relicario,era una autentica obra de arte de orfebreria fina,con grabados minusculos que parecian simbolos o letras,el corazon pesaba mas de lo que imagine,su tacto casi me helo la mano.
No quise llamar de inmediato al coleccionista,algo en mi interior me impulso a examinarlo en secreto,en realidad me deje arrastrar por la codicia,lo cierto es que me lleve el corazon a mi mesa de estudio,encendio una lampara de aumento y obserbe cada detalle y entonces me di cuenta de que se podia abrir.
El mecanismo era tan delicado que tarde una hora en descubrirlo:una presion leve en uno de los grabados en forma de cruz liberaba una diminuta tapa,en su interior habia un papelito amarillento enrollado como si fuera un pergamino.
Lo despegue con pinzas temiendo que se deshiciera,el texto estaba escrito en latin con una caligrafia clara pero apenas legible a simple vista.aunque no soy un erudito en lenguas clasicas,habia estudiado lo suficiente para descifrar fracmentos cortos,el mensaje decia :
“ quien encuentre este signo,que sepa ,bajo la tierra donde el rio se curva como serpiente y las ruinas de la torre miran al cielo,yace la ofrenda escondida para los tiempos futuros .un cofre ,sellado con hierro y fe ,guardara lo que los hombres codician,no reveles lo que tus ojos han hallado pues el silencio es llave y la palabra condena”
Senti un escalofrio,era un mapa en forma de enigma.no mencionaba coordenadas ni nombres concretos,pero hablaba de un rio serpenteante y de ruinas de una torre.
Mi primera reaccion fue la de todo hombre sensato,archivar la nota avisar al coleccionista y cerrar el caso,pero la curiosidad me carcomia,y en el fondo la idea de un tesoro me cego.
Pase las noches enteras revisando mapas antiguos de la region,buscando referencias a torres derruidas cerca de rios sinuosos.
Despues de mucho indagar encontre una posible coincidencia,la torre de San Tenuz,destruida en el siglo XVII,cuyas ruinas aun se alzaban en el valle cercano al rio.
El rio en ciertos tramos se curvaba como una serpiente enroscada,el lugar parecia encajar con la descripcion de la nota.
El impulso de comprobarlo fue irresistible no informe al coleccionista,invente escusas para ganar tiempo,prepare herramientas basicas,linterna,pala,guantes.en mi mente me repetia que solo iria a mirar,que quizas no habria nada,pero en mi interior sabia que iba a excabar hasta encontrarlo.
Elegi una noche sin luna,conduje hasta las cercanias de la torre,que se erguia como un esqueleto de piedra sobre la colina,el viento soplaba entre los muros y la soledad se hacia casi insoportable.
Avance hacia la base de la colina,donde el rio describia una curva amplia,alli según la nota debia hallarse el escondite,comence a excavar en un claro de tierra humeda,cada palada sonaba hueca,como si bajo mis pies hubiera algo mas que tierra.
Tras una hora de trabajo la pala golpeo contra un objeto duro:una caja de hierro oxidado,el corazon me latia con violencia,limpie la superficie y distingui restos de inscripciones en la tapa,cruces y simbolos que parecia un codice secreto,con mucho esfuerzo logre abrirla.

 
 
 
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