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EL VIOLADOR DEL TREN


 


Cada semana el sábado la chica cogía el tren en Barcelona dirección a la costa del Maresme para pasar el día, siempre en sábado, la chica iba sola porque se encontraba con sus amigas cuando llegaban al la playa. Durante varias semanas la chica vio a una persona que siempre se sentaba en su mismo vagón y desde la distancia la miraba una semana tras otra a ella le daba miedo esa persona, pero como había mucha gente en el vagón no estaba asustada. Esa semana paso por delante de ella y al llegar al final se giró y se dirigió hacia donde estaba ella. --está libre, me puedo sentar-- ella ni siquiera contesto se limitó a apartar las piernas para que el desconocido pudiera pasar y sentarse a su lado. El hombre intentó entablar conversación con ella. --hola, hace buen día, verdad-- --si es normal estamos en verano—contesto secamente para a continuación ponerse los auriculares y de esa manera .no tener que hablar con ese individuo. Ella a pesar de que estaba rodeada de mucha gente, tenía mucho miedo y estaba temblando, justo cuando llegaba a su estación de destino se levantó para salir del tren, se dio cuenta de que el hombre también se bajó y seguía detrás de ella a unos veinte metros. Camino de la playa se cruzó con un coche de policía y les aviso lo que le sucedía, la policía le pidió que continuara su camino que ellos se encargarían de ese individuo. Camino unos metros para disimuladamente girarse y ver como la policía detenía el hombre y le pedían la documentación, desde su lugar que estaba en ese momento vio como el hombre hablaba con la policía justo al lado del coche policial, y ella continuo camino a la playa para reunirse con sus amigas. Les explico lo que le pasaba y lo sucedido esa mañana, las amigas estaban sorprendidas de que tuvo el valor de avisar a la policía y que seguro que lo detuvieron, mientras estaba hablando con las amigas se quedó paralizada, el hombre estaba a unos veinte metros, tumbado en la playa con gafas de sol y mirando hacia ellas. --por favor vayámonos de aquí—pidió a sus amigas --porque que pasa?--contesto una de ellas --está justo detrás de vosotros, no lo han detenido y continúa siguiéndome – las amigas se giraron y vieron al seguidor de su amiga, era un hombre no muy mayor de unos treinta años, moreno y fuerte y allí estaba. Las chicas recogieron las cosas rápidamente y decidieron dirigirse al tren para volver con su amiga a Barcelona, la acompañarían hasta su casa todas juntas. Emprendieron el camino hacia la estación del tren, de momento el hombre continuo en su sitio sin moverse, llegaron a la estación y esperaron el tren que tardaría unos diez minutos. Al fin llegaba el tren a la hora en punto, las chicas se subieron un poco más tranquilas ya, arranco el convoy y las chicas empezaron a hablar entre ellas, la puerta de vagón separador se abrió y entro el hombre para sentarse cerca de ellas, todas estaban asustadas, pero tenían suerte dos vigilantes se dirigían hacia ellas, una de las chicas hablo con ellos y les explico lo que pasaba, los vigilantes se dirigieron hacia él con la porra de defensa preparada por si tenían que reducirlo, le pidieron el billete y él les enseño un bono de transporte, le pidieron la documentación y el hombre saco la cartera y les enseño un carnet los vigilantes continuaron su camino sin poder decirle nada. El grupo de chicas bajo en la estación de plaza Cataluña, pero el hombre siguió en el tren. El sábado siguiente ella estaba muy preocupada por si aparecía otra vez el perseguidor y efectivamente menos de cinco minutos en el tren y ya estaba en su vagón, había cogido un tren diferente a una hora totalmente diferente y allí estaba él. Era un horario con muy poca gente en el vagón estaba ella, el perseguidor y otro hombre más mayor, ella se quiso proteger sentándose junto al otro hombre empezó a hablar con el de cosas superfluas se sentía segura y tranquila en ese momento el que la seguía cada semana se levantó del asiento y se dirigió a la puerta para bajar en la siguiente estación, ella lo vio bajar y se relajó hablando con el nuevo acompañante, él le ofreció un caramelo y que ella aceptó gustosamente empezó a chuparlo y también empezó a sentir mareo y que se quedaba dormida. El hombre la arrastro hacia el lavabo del tren y la introdujo dentro, él también entra y empezó a bajarse los pantalones con la clara intención de violarla en el lavabo del tren. En ese momento un fuerte golpe derribo la puerta del lavabo y de un rápido movimiento le puso las esposas. Cuando la chica despertó estaba en un hospital y con ella estaban sus padres y el hombre que la perseguía todas las semanas, el chico le explico que era policía y que llevaban tiempo tras la pista del violador del tren, un delincuente que drogaba a sus víctimas y después las violaba en los lavabos y como ella era de las características físicas de las otras chicas que fueron violadas su trabajo era seguirla todas las semanas y ese día estaba seguro de que el hombre con el cual te sentaste era el violador, que fingió bajarse en una estación para a continuación subirse el vagón siguiente y de esa manera no se sintiera vigilado y en peligro de ser detenido, aunque en todo momento estuvo controlada y segura desde ese día aprendió a no juzgar tan alegremente las situaciones que sucedían cada día a su alrededor

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